Reflexiones y análisis
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/A/ El presente artículo está escrito a dos voces y en un lenguaje de reflexión respecto a los aspectos femeninos y masculinos de los personajes dentro de la ficción. Su anfitriona, Una beta de por ahí, o sencillamente Alex VAE, pretende tocar varios puntos interesantes y dejar en claro una molestia que se ha vuelto fuerte en los últimos años debido al desprecio de ciertas características y sobrevaloración de otras en cuanto a lo que es femenino o masculino.
/A/ Mi compañera Judith intervendrá durante los siguientes párrafos para completar la fórmula que bien mencioné. Por tanto, serán señaladas con “/J/” sus puntuaciones. Las mías con “/A/”.
/J/ Saludos. Así es, soy Judith Salas, voluntaria en Disidentes de Costa Rica. Anteriormente he escrito algunas breves críticas en temas controversiales, reflexiones y realizado algunas investigaciones específicamente académicas. Espero aquí dar mi aporte y agradecer a Alex de antemano por permitirme la participación en este espacio.
/J/ Así como Alex, comparto el interés en este tema. Creo personalmente que es imposible de ignorar, más viendo el relativismo en el que ha caído en los últimos años. Así como Alex, mencionaré algunas obras y datos de mi conocimiento en donde se puede ver presente también esta controversia.
/A/ Quiero empezar con una afirmación absurda: “los hombres y las mujeres son lo mismo o no tienen ninguna diferencia”. Normalmente convive, de forma contradictoria, a las siguientes aseveraciones: “los hombres escritos por mujeres son superiores”, “las mujeres no saben escribir hombres” o “no leo a autores hombres/mujeres porque sus personajes salen diferentes”. Están admitiendo que sí pensamos distinto y que sí idealizamos lo contrario en nuestras producciones de ficción.
/A/ En añadidura, decir que da lo mismo escribir un personaje siendo hombre o mujer no siempre funciona. Y lo entiendo, en virtudes, defectos y metas sí que estoy de acuerdo en que hay que pensar en personas y no encasillar hombre/mujer al personaje, yo misma he mencionado esto en diversas ocasiones sobre creación de personajes, pero hay un límite. Un hombre no estaría tan preocupado a sus 40 años si todavía no encuentra pareja para tener los hijos que quiere como sí lo estaría una mujer; mientras que las mujeres tienen los óvulos contados, los hombres producen espermatozoides aún después de los 50. Ahora tomemos en cuenta los intereses.
/A/ El periódico mexicano Generación Universitaria en su nota “¿Qué carreras eligen estudiar las mujeres y los hombres?” señala que son las mujeres las que más acceden a la universidad. Proporciona algunos datos sobre las carreras que más escogen hombres y mujeres mexicanas (no sin su victimismo con el mito de la brecha salarial, pues por ley en occidente está prohibido pagar menos por razones de sexo, etnia y otros). Lo que se puede leer en esta nota es el hecho de que, mientras las mujeres tienden a preferir carreras de enseñanza, letras, trabajo social y humanísticas en general, los hombres se inclinan por asuntos de computación, mecánica e ingeniería.
/A/ Si nos vamos al cono sur, la red de cooperación en estudios superiores, Universia, en “Las carreras más populares entre hombres y mujeres” refleja un patrón similar para Chile: el porcentaje de mujeres que ingresan a estudios superiores es mayor que el de los hombres, y las preferencias entre ambos está muy marcada. En este caso se repite que las mujeres prefieren la educación preescolar o educación especial y, además, técnicos en obstetricia y estética. Los hombres mantienen su preferencia hacia las ingenierías, mecánica y tecnología.
/A/ En Costa Rica, el patrón de mayor cantidad de varones en carreras STEM se cumple. Sin mencionar, además, que presenta mayor tasa porcentual de graduación en la población femenina que masculina.
/A/ ¿Los hechos y datos anteriores tienen algo de malo o significa que alguno es mejor que el otro? No, no hay pruebas científicas que indiquen que una mujer es menos por escoger enseñar a niños de primaria a la vez que su esposo es ingeniero, esas asunciones vienen de teorías que victimizan a la mujer y criminalizan al hombre.
/J/ Cierto es que el campo laboral hasta el siglo XX no contó con una alta participación de mujeres. La guerra supuso un gran cambio debido al reclutamiento de gran parte de la población masculina para acudir al frente, y las necesidades industriales derivadas del conflicto bélico atrajeron a las mujeres al campo laboral (aquí es oportuno resaltar que no fueron mujeres de apariencia masculina y pañuelo verde las que lograron abrirse paso). Las mujeres tuvieron que prescindir del cuidado de su familia para poder alimentar a sus hijos, mientras sus esposos estaban en batalla y de allí en adelante surgieron distintas reformas (en su mayoría aprobadas y promovidas por hombres) por las cuáles las mujeres estuvieron presentes en distintos campos del mercado cada vez con más frecuencia, pero siempre dirigidas hacia una tendencia: el marco social y de servicio.
/J/ No deberían sorprender estos datos, pero, si es así, pueden atender a internet y buscar cuáles son las carreras con mayor número de mujeres ocupadas. Por ejemplo, el diario digital Forbes habla detalladamente del tema en “Hombres eligen carreras mejor pagadas que las mujeres”. Y con esto no quiero decir que cualquier mujer que se salga de la tendencia esté mal, sino que ya es algo marcado en la sociedad por acciones individuales y no por ninguna imposición. Mientras mayor es la libertad de elegir no por necesidad, si no por convicción, el rol se marca de forma casi inconsciente. Ha sido decisión libre de cada una de las mujeres que han añadido un número a estas estadísticas y estudios, así como también existe entre las tendencias una preferencia bastante habitual de las mujeres en que antes de entrar al campo laboral, prefieran atender las actividades domésticas de su hogar, lo cual me parece un punto fundamental de tocar.
/J/ En los últimos años se ha fracturado en la sociedad la comunicación intrafamiliar y me atrevo a juzgar que el tema recién hablado viene en relación. La mujer tiene una tendencia por distintos factores marcada a lo largo de la historia, que, aunque en un momento se creyó impuesta, es ahora evidente la preferencia natural al cuidado y el servicio. Con la revolución en el mercado laboral y la participación de las mujeres, el empoderamiento femenino y el promovido emprendimiento, se ha descuidado la base de la sociedad, la familia.
/J/ Quien aportaba las necesidades fisiológicas era en su momento casi siempre el hombre y quien aportaba las necesidades psicológicas e intelectuales muchas veces era la mujer, y lo siguen haciendo de forma mayoritaria, pero no en su seno, y es allí donde se descuida lo más importante: la formación de cada persona que, en fin, es la parte fundamental de toda sociedad. Este tema es altamente criticado por los medios de comunicación, por las iniciativas de emprendedurismo, por los ministerios de la mujer y por el entretenimiento. Pero ya que no vamos a hablar de artículos o política, sino de entretenimiento, yace en mi conocimiento y preferencia propia las películas de época, y aquí encuentro remarcada esta característica.
/A/ De hecho, antes de que Judith continue, quisiera remarcar de forma breve un punto que ella mencionó: las mujeres empezaron a entrar masivamente en el campo laboral durante el siglo XX porque, en precisión, siempre han estado allí en mayor o menor medida. Pueden revisar los libros de historia si no me creen, y no, no me refiero a las prostitutas, sino a las parteras, tejedoras, niñeras y otras tantas carreras. Agnódice, ateniense del siglo IV a.C., se considera la primera mujer obstetra, tomen su existencia como mítica o real a gusto personal. Las primeras enfermeras surgieron en la segunda mitad de la Edad Media.
/J/ Como ejemplo inicial, encontramos la película “Mujercitas”.
/J/ Para hacer una breve introducción y explicación a fin de entrar en contexto, puedo decir que Mujercitas trata sobre cuatro hermanas con distintas pasiones y su protagonista es Jo March. Es la segunda hermana mayor, entregada a su familia, apasionada escritora y de un pensamiento bastante contrario a lo tradicional en su época, quiere abrirse paso sola en el mundo y nunca casarse. Tras el desarrollo de la historia y de la vida de March, pese a las dificultades, Jo luego de haber vuelto de Nueva York y de la muerte de su hermana, entra en razón de lo que su orgullo muchas veces había provocado. Después de un tiempo inicia a escribir y se permite reconocer y admitir sus sentimientos hacia Frederick, un crítico al que de cierta forma había tratado de evitar en Nueva York. La película culmina de esta forma y su familia sale adelante, ella publica exitosamente su libro y se casa con Frederick. Cumple sus mayores deseos, en resumen.
/J/ Y se preguntarán qué hay de malo en todo esto. Realmente nada en absoluto, pero Jo se casa. Este simple detalle hace sentir a algunas feministas como fracasadas ante el simple hecho de que Jo le haya abierto las puertas a un hombre en su vida tras su inicial negación. Y no porque Jo lo necesitara; de hecho, no fue así. En su vida fue un punto clave para hacerle ver que en recibir una crítica y enamorarse no hay nada de fatalidad. Esto resulta inconcebible para las que se empeñan en ser plenamente felices en compañía de un gato.
/J/ Para los medios no es más que suficiente que Jo escriba y se realice, se case igualmente y se sienta plena de esa forma. No, para los medios esto es símbolo de fracaso. Por lo tanto, Jo es simplemente una feminista resignada según lo citan varios artículos de carácter público.
/J/ Y si no es esta suficiente prueba para reconocer cómo trabajan y opinan los que manejan el entretenimiento y son celebridades, lleguemos hasta uno de los más recientes ejemplos.
/J/ “Barbie”, la película, ya hace dos años de su estreno, y lo que todos esperaban con una gran conmoción, fue un vuelco total a las expectativas. Sin hablar de sus ganancias, impacto en taquilla, premios Oscar u opinión pública post estreno, vamos a trasladarnos justo al inicio de la película, que es a lo que quiero hacer hincapié. Se puede decir que el segmento más perturbador, y quizá sea una palabra fuerte, pero ya me entenderán.
/J/ La película comienza hablando sobre las muñecas, y criticando que todas estas hayan sido bebés hasta la llegada de Barbie. Cuando miran a la gigantesca Barbie (Margot Robbie) puesta en escena, las niñas que la miran empiezan a romper sus bebés de muñecas hasta hacerlas trizas; no sé si esto les parece familiar. [/A/ Una imagen muy marcada que seguro sería acusada de discurso de odio si dichos muñecos fueran mujeres adultas o tuvieran alguna bandera de colores]. Las niñas dejan todo esto por una estereotípica figura feminista (estereotípica como mala broma) y en lo consiguiente, hablar de Barbie es redundar en una constante batalla interna y externa contra el patriarcado, en donde el hombre tanto en la realidad como en Barbieland es absolutamente ridículo.
/J/ La alteración de ambas figuras y roles en la sociedad lleva a una constante batalla y confusión que impide la armonía y un verdadero progreso.
/A/ A modo de extra, si tienen cierta edad, recordarán que cuando se hizo moda feminista criticar películas de princesas, también criticaron las películas infantiles de la franquicia Barbie. Disque estándares de belleza y disque sumisión patriarcal. No fue hasta que el live action con discurso ideológico salió que empezaron a cambiar el discurso, como perfectos títeres. La Barbie de los 2000 era la verdadera heroína de cada trama relatada, bastante remarcable en los primeros puñados de cintas. Desde la simple humana que derrota a un tirano hechicero hasta la princesa sobreviviente que recupera lo que es suyo con valentía y bondad. Las únicas que se sienten oprimidas por no saber entender un mensaje son las feministas.
/A/ Ahora sí, para aterrizar a lo que venía a comentar en lo que a la ficción respecta y continuar con las explicaciones clave del mismo modo que hizo Judith. A mí se me ocurre usar dos ejemplos para contraponer un ambiente femenino y otro masculino. No, no digo que siempre deba ser así ni que no pueda haber elementos mezclados, son generalidades, ¿o me van a negar que los colegios estrictamente para chicas son iguales a los estrictamente para chicos? Por supuesto que no. Revisaremos primero sobre apertura de trama e intereses de los personajes usando las películas Ocean's Eleven y Ocean 8.
/A/ Empecemos con lo básico: ambas películas siguen a dos grupos de criminales: uno integrado solo por hombres y el otro solo por mujeres. Unos quieren atracar los casinos de un mismo magnate al mismo tiempo, y las otras quieren robar una de las joyas más caras y custodiadas de la historia.
/A/ Entonces, de buenas a primeras ya tenemos dos áreas claramente diferenciadas: casinos y joyas. Es algo básico de estadísticas, los hombres frecuentan más los ambientes de juego y las mujeres son las que más compran y reciben joyas. A ambos les gusta el dinero, por supuesto, he ahí el detalle de estos grupos criminales.
/A/ Ahora, por el lado de Ocean 8 vemos una mezcla de intenciones entre las protagonistas para llevar a cabo su atraco: venganza por traición (la protagonista, Debbie), un reto demasiado bueno y diversión ante el crimen. Para los varones de Ocean's Eleven hay algo similar: venganza por un sujeto y reconquistar a su esposa (Danny, el protagonista) y una ganancia y reto que vale la pena. Ambos móviles principales para ambos protagonistas es el orgullo herido de los hermanos Ocean, los cuales planearon sus atracos estando en prisión.
/A/ Ahora, lo que buscan ambos difiere un poco: Danny pretende vaciar las cámaras de dinero del casino principal de su enemigo sin que lo descubran y sin que su enemigo pueda ponerle las manos encima para desquitarse. Debbie, en cambio, quiere aprovechar una gala de renombre para robar un fabuloso collar (con otras tantas joyas) y que la culpa recaiga en el sujeto que traicionó su confianza. En uno reina el orgullo (junto con el amor aún vivo por su esposa), en la otra predomina el despecho. Son razonables, son verosímiles.
/A/ Eso sí, los móviles no destacan tanto como el atraco en sí. Este es mi punto principal. No se ve falso que Danny conozca los casinos y tenga incluso un contacto que poseyó uno, no es raro que él y sus compañeros tengan facilidad con las cajas fuertes, que involucra mucho pensamiento mecánico, técnico, lo cual es común en hombres. No significa que la manipulación de su hermana sea menos, al contrario, es dinámico que Debbie manipule usando el funcionamiento de una tienda de cosméticos para robarlos y luego endulzarle el oído a una conocida con tendencias cleptómanas para que se una a su plan.
/A/ No es raro que Danny contacte con uno de sus cómplices, un señor retirado, en una carrera de perros, porque es algo que frecuentan más hombres que mujeres, y más gente de cierta edad que veinteañeros. Tampoco resulta inverosímil que tres de las compinches de Debbie resulten ser una diseñadora de alta costura, una joyera y una súper modelo. Su plan involucra una gala, involucra joyas, por supuesto que se va a asociar con personas del medio, en las cuales abundan las mujeres y con las cuales se puede entender más. Tanto Danny como Debbie buscaron capacidades que les fueron útiles y ambos se aliaron a personas del mismo sexo que ellos, ¿es opresión que Danny lo haga, pero “empoderador” si es Debbie? Por supuesto que no, las mujeres solemos tener grupos de amigas y los hombres, grupos de amigos. Es normal que suceda también en el ámbito criminal.
/A/ A fondo, es ideal cómo se mezclan cada uno en lo que planean hacer. No es extraño hallar hombres participando de los entretenimientos de un casino. Es un ambiente muy masculino.
/A/ Lo mismo se puede decir de una gala y de la moda. Que una diseñadora solicite una joya valorada en millones para una súper modelo es más creíble a que lo haga un hombre; que dicha modelo se aproveche de su belleza para sacar ventaja ante alguien que quiere inculpar, también.
/A/ Todos son elementos que aportan atmósfera femenina o masculina. A los espectadores les pasa lo mismo, pues en el entretenimiento existen públicos objetivos. Sucede en otros ámbitos como el del anime y manga con las demografías shonen/seinen para hombres y shojo/josei para mujeres. Una película infantil de una figura de acción masculina no es igual a la heroína mágica de una película pensada mayoritariamente para niñas. ¿Pueden niños y niñas gustar de ambos productos? Sí, pero el grueso de fans se verá marcado por los motivos ya mencionados.
/A/ Paso a mi segundo ejemplo: el carácter y la resolución de conflictos a través de la señorita Jane Marple, o solo Miss Marple, junto con Hércules Poirot, quienes son los protagonistas más destacados en la vasta producción de la escritora policial Agatha Christie.
/A/ Miss Marple es una mujer mayor a la que le encantan las charlas de sofá con amigos y hablar de casos misteriosos. Ella encuentra resoluciones mediante el análisis de motivaciones y trucos femeninos, un ingenio distinto al de Poirot. Cuando ella resuelve un caso, lo hace por mera diversión hablando con amigos o porque un involucrado desea su opinión personal debido a la perspicacia y encanto de la señora, fácil de llevar con las personas. Poirot, en cambio, vive del misterio porque es detective privado. Es un gran observador tanto del lenguaje corporal de las personas como de sus testimonios y la escena del crimen. Un hombre técnico para configurar el hilo de los hechos, pero también bastante egocéntrico.
/A/ Ambos personajes protagonizan diferentes aventuras misteriosas para resolver un crimen, mas no de la misma forma. En uno de los relatos de Miss Marple, la resolución la encuentra por un “simple alfiler”. La policía no tomó en cuenta la pista, pero la señora, con experiencia y entendida en los trabajos femeninos, entiende que sí es de utilidad la presencia del dichoso alfiler, propiedad de la culpable. Poirot, como detective, revisa la escena del crimen desde un punto de vista distinto al de un policía: no buscará huellas, sino elementos que se salgan de lo usual acorde a los testimonios y el escenario, acorde a la lectura que haga de los involucrados. Es metódico, se cree el mejor cerebro de Europa y sí es un gran detective, tanto que en uno de sus casos obvió un detalle: el que un sospechoso tenga el frasco de las pastillas homicidas lo vuelve inocente porque un culpable se desharía de la prueba.
/A/ Poirot no necesita discursos como “aliade” para admitir que una mujer enferma fue más lista que él para cometer un crimen. Lo hace desde su orgullo: su inteligencia, brinda un lamento lógico a que ha sido vencido en su campo. No dirá que las mujeres son más listas de lo que aparentan y que él fue muy machista para notarlo, tampoco hará un berrinche porque una mujer le ganó. Miss Marple tampoco necesita ser masculinizada ni un discurso “empoderador” para presentarse como una anciana muy astuta. Ambos personajes son únicos y encantadores a su modo, siendo una mujer femenina y un hombre masculino.
/A/ Por todo lo anterior es que resulta insultante que se menosprecien ciertos atributos cuando son dados a personajes femeninos, pero no cuando se les da a los masculinos, o viceversa. Incluso, a veces las quejas son absurdas al asumir que los personajes femeninos fuertes y los masculinos sensibles son inventos del 2015 para acá, ¿es que acaso antes no había cómics, novelas o películas con variedad? ¿Acaso es hasta ahora que se hacen propuestas ingeniosas de trama y personajes poco usuales?
/A/ “La rosa de Versalles” (1972) tiene a una protagonista valiente que debe guardar sus sentimientos y deseos debido a que es forzada a tomar la identidad de hombre y cumplir con su deber como la cabeza de su familia. “The Legend of Billie Jean” (1985) mostró a una chica icónica que nunca dejó de ser femenina mientras se embarcó en semejante viaje para ayudar a su hermano y librarse del idiota que la acosó. Incluso, cuando mostró una faceta rebelde no perdió su esencia como mujer.
/A/ “Hellsing” (1997) muestra un par de mujeres destacables: Sir Integra Hellsing es sólida, estricta, digna y de pensamiento frío que viste de traje, y es la cabeza de su organización con mucha diligencia sin atarse a la victimización ni menosprecio hacia el sexo opuesto. Seras Victoria, en cambio, es una policía que luce y actúa de un modo más femenino, es expresiva y más sentimental, con un desarrollo que le forja el carácter para ser decidida, valiente e independiente de su maestro sin volverse masculina, malhablada o pedante como se tiene por costumbre en la actualidad.
/A/ En el caso de personajes varones, podemos hacer también una honorable mención a la peculiar propuesta masculina de “Cinderfella” (1960). Esta cinta presenta la amabilidad, resiliencia, educación y anhelos de libertad del cuento clásico “Cenicienta” en un hombre. No tiene que ser afeminado ni gay para ser sensible o sufrir el maltrato de su madrastra y hermanastros, porque un hombre heterosexual también puede pasarla mal y recibir recompensa por su bondad. Tiene derecho a obtener al final una mujer femenina que lo quiera.
/A/ “Saint Seiya” (1985) también rompió un patrón respecto a ser un guerrero, pues tiene una gran variedad de personajes masculinos que salen del canon de soldado tosco y de aspecto anguloso, siendo que uno de los más fuertes también es, a su vez, uno de los más pacíficos y de rostro más suave. Respecto a algo más que la apariencia: en más de una ocasión estos caballeros se muestran conmovidos por acciones ajenas al punto del llanto, sin discursitos baratos de tipo “soy muy deconstruido”, son hombres en una guerra y ya.
/A/ Quisiera mencionar por encima un último ejemplo más antiguo. Un matrimonio griego cuyas partes son bastante inteligentes en lo que concierne a sus labores: Odiseo y Penélope.
/A/ Yéndonos al mito, Odiseo es elogiado por ser “fecundo en ardides”. Fue el responsable del armazón con forma de caballo para cruzar los muros troyanos, por su inteligencia logró engañar a Polifemo para huir de él y resolvió en Troya varias disputas entre soldados. Mientras tanto, Penélope se mantiene fiel a su esposo y usa su ingenio para nivelar la situación en casa: engaña a sus odiosos pretendientes tejiendo y destejiendo un manto con el fin de no aceptar nuevas nupcias, así Ítaca aún podrá tener a Odiseo como rey cuando vuelva.
/A/ Las acciones de Penélope en numerosas reelaboraciones del mito son tachadas como una sumisión vergonzosa o de una actitud de “esperar fielmente por un infiel” (recordemos que para liberar a sus compañeros y salvarse a sí mismo, Odiseo aceptó a la fuerza subir a la cama de una diosa hechicera). No me crean a mí, sino a los artículos y cuentos derivados de las últimas décadas hablando sobre el tema. Es válido tener una opinión, claro, pero es obvio el tinte “mujeres contra hombres” que empañan dichos textos.
/A/ Además, para cerrar este apartado mítico, Penélope también pone a prueba a su esposo cuando él regresa. Arma una mentira sobre el tálamo que solo él podría revelar si en verdad es Odiseo en vez de una farsa.
/A/ Y es que resulta incomprensible y necio que ciertas personas se llenen la boca de que odian los estereotipos, pero, a su vez, crean muchos estereotipos. No aguantan ver un personaje mujer que sea guerrero y al mismo tiempo femenino o sexi porque les parece que las mujeres debemos renunciar a nuestra feminidad acorde a la carrera que tenemos. Si rehacen una serie y cambian elementos de la misma, de inmediato hacen mujer al hombre menos agresivo del elenco. Odian que las mujeres sean femeninas, odian que los hombres sean masculinos; pero idolatran a las mujeres masculinizadas y a los hombres feminizados, ¿qué tienen en la cabeza sino necedad?
/J/ Ante el último comentario quisiera añadir siguiendo la línea que, una de las mayores ironías de estas tendencias ideológicas es el hecho de que promueven aceptación y un cambio psicológico en la población televidente, siendo ellos mismos los que más terapia necesitan para aceptar su realidad. Me parece tan extraño que las mujeres que renuncian a sus tacones, sostenes y rasuradoras tengan que gritar para convencerse de que son más felices que las “oprimidas”, quienes viven en su feminidad. Es curioso también que deseen tanto la compañía, pero, a su vez, sean tan intolerantes a la complementariedad, que prefieran unos perritos o gatitos que solo saben ladrar o maullar, y que habiendo tanta “opresión” en el mundo de la cual “muchos” se han rebelado y exigido su lugar, las películas más manipuladas por el wokismo sean para el cine los mayores fracasos. Se deja en evidencia la mentira de una mayoría “despierta” que exige “liberación”.
/J/ Paz para el medio ambiente, para el sistema solar, para los animales, para la sensibilidad, pero ¿qué hay de los seres humanos y de la guerra de oprimido - opresor, que constantemente crea rivalidades y promueve la injusticia bajo el único término en el que todos podemos ser iguales ante la ley?
/J/ Una de las graves consecuencias de esta distorsión entre hombre y mujer, es que los niños naturalmente son imitadores de su entorno, de lo que conocen y lo más llamativo, de los colores y lo musical. Los adolescentes lo son en cuestión de su constante búsqueda de identidad, de un rumbo. Los niños han mirado por más de dos décadas en sus narices la fractura de los roles en la televisión, y hoy ya una cuarta parte es mayor de edad y, de esa parte, muchos con una confusión que jamás estuvo en la cabeza de los jóvenes adultos de hace unos cuantos años.
/J/ Un rol o un compromiso con lo que sea jamás estuvo tanto en duda como hoy. La apertura a tantas opciones y la opacidad de la verdad en la boca de los profesores y la ocupación constante de padres ausentes para responder preguntas, dejaron a varias generaciones tanto de hombres como mujeres en la nada, en el desprecio a su pasado y su realidad.
/J/ En conclusión de lo escrito, no buscamos satanizar el cine o ninguna otra clase de entretenimiento. Lo que se pretende dar a entender por medio de este análisis es que los roles de ambos sexos son fundamentales de cumplir en la sociedad e insustituibles. No porque sea para alegría de ningún tercero o bolsillo de nadie, sino para lograr una justa forma en el trato de los seres humanos en general y encontrar en la maravilla de las características fisiológicas de cada sexo, una guía de vida, opciones con sentido y capacidades que, de no ser por esta fractura, se podrían potenciar y valorizar aún más.
/J/ Respetar los aspectos femeninos y masculinos, construyéndolos con dignidad, permitirán encontrar en la realidad la belleza de la autenticidad y las capacidades de cada uno. De este modo se hallará, sin ninguna imposición, el orden perfecto.
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Fuentes de interés:
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Palabras clave: lo masculino y lo femenino en la ficción, lo femenino y lo masculino en la literatura, lo masculino y lo femenino como complemento, el varón y la mujer en la ficción y literatura, comparación de personajes femeninos y masculinos, dualidad de la femineidad y masculinidad
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