Para no perder las ideas de tu historia

   ¡Hola, letritas hermosas!

   Resulta que hace un tiempo estuve leyendo en una página donde las personas publican sus anécdotas. Una de tantas trataba sobre una muchacha que en el colegio hizo un libro con una buena trama,  pero que no llegó a terminar. Años después ella encuentra el archivo y lo lee y adivinen qué... Exacto, se quedó frustrada porque no había final y no recordó cuál era el que le había pensado en su momento.

   Imagino lo frustrante que eso puede ser... De hecho, no lo imagino, lo sé; porque me ha pasado situaciones similares. Ahora pienso en que una puede evitar estas cosas y me gustaría compartir con ustedes algunos consejos para dicha finalidad.

Un hombre con una estantería detrás está escribiendo en su máquina de escribir, en su escritorio hay una lámpara y libros.

   Creo que es algo tan simple y casi lógico que tampoco le daré demasiadas vueltas al asunto, por lo que mis consejos son los siguientes:

   1. Escriban lo que se les ocurra cuando se les ocurra. Porque aunque digan “lo apunto luego, de por sí no se me olvida.” ¡Mentira! ¡Todas esas palabras mágicas eran falsas! Claro que se les puede olvidar, o puede que no por completo, pero es posible perder partes importantes de esa idea. (Les dije que era obvio). Así que si se les ocurre algo: abran las notas del celular (hay muchas aplicaciones que guardan inclusive las notas en la nube), un chat consigo mismos, o una libreta (que siempre es bueno llevar en el bolso) y anoten esa maravillosa idea.

   2. El siguiente yo lo llamo “desorden ordenado”. Eso es cuando, al menos a mí, surge una idea que todavía no va a ocurrir (por ejemplo, la entrada triunfal de un personaje en el XI capítulo y apenas voy por el IV). En vez de esperar a que ocurra, mejor lo escribimos, luego lo podemos editar. Entonces podríamos tener etiquetas (las marcas de títulos y encabezados en Word o en Drive van de maravilla) que digan algo así como “discusión entre Fulano y Zutana”, “relato del incidente X”, “desarrollo de relación de Menganito y Fulanita”, etcétera. Entonces tenemos situaciones sueltas, pero no en desorden, tenemos una línea base para ubicarlas. Esto funciona también cuando dejamos en reposo una obra y nos surgen ideas en ese tiempo.


   3. Voy a repetir algo que dije en el primer punto: en la medida de lo posible llevar un cuadernito o block de notas para apuntar. A veces el celular no tiene memoria o se le ha agotado la batería…, o simplemente lo preferimos a la antigua y la idea primero tiene que tocar el papel. ¡Así que no olviden sus libretillas y un lápiz!

   4. ¿Sabían que el dibujo también ayuda? Al menos a mí y deduzco que a otros más. Una de las cosas buenas que se consiguen con recrear a rasgos generales una escena o paisaje es aclarar, por ejemplo, la posición de los comensales en una mesa o cómo sería el tamaño de una casa con todas sus áreas bien ubicadas (programas de arquitectura o una partida de Sims van geniales en este punto). También un posible mapa de mundo, la ubicación de lugares, símbolos, emblemas o escudos y otro etcétera. En añadidura, a veces no sabemos, al menos yo, cómo describir o contar algo en especial y al dibujarlo, o sólo garabatear, se nos ocurren las palabras adecuadas para describirlo y ordenar los elementos: los adornos de un escudo que podríamos describir de afuera hacia adentro, o de arriba abajo el atuendo especial de un personaje.

   5. Este consejo no es precisamente para salvar ideas antes de que cerebro-chan las olvide. Es más bien para tener una fuente rica en realidades y perspectivas. Los sueños. El mundo onírico es vasto y anotar los sueños que tenemos, aparte del lado mágico o el psicológico, resulta conveniente para desarrollar nuestro lado creativo. Por eso es bueno tomar apuntes de ellos apenas despertamos, es increíble lo que se puede recolectar de nuestro subconsciente.

   6. Último, pero no menos importante: resúmenes, sinopsis y líneas del tiempo. No es una pérdida de tiempo resumir de qué va nuestra historia y sintetizarla en unas pocas páginas. No tiene nada de malo hacer fichas para los personajes y de mundos (que, de hecho, es recomendable hacerlo siempre) y mucho menos tener una guía de eventos importantes; no hay que suponer que nos vamos a acordar de todo sólo porque es nuestra historia. Además, eso también nos ayuda a darnos cuenta si hay un evento contradictorio.

   Oh, por cierto, recuerden siempre pulir sus ideas y estar al pendiente de posibles fallos. En fin, estos fueron algunos consejillos para evitar la pérdida excesiva de ideas, mis letritas hermosas, ¿hay alguna que realizan en especial o agregarían más en la lista? Déjenmelo saber en los comentarios.

   Atentamente, una beta de por ahí, ¡chao!
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