¡Hola, letritas hermosas!
Un día me puse a pensar en cómo ordenar el desastre que tenía con la línea de tiempo de mi novela La Novena Familia, ¡ni siquiera sabía en qué año se daban ciertos acontecimientos súper importantes! Ya había hecho una lista de cada evento que ocurrió fuera de escena y lo que ocurre dentro de la historia en presente y futuro, pero no podía ordenar los eventos y las edades de los personajes. Apenas tenía una pequeña parte de fechas, ¡un año solamente!
Yo tenía muchas cosas claras y había un gran avance en la historia, pero había fechas que no estaban claras aún y me bloqueé al no poder ordenarlo en mi cabeza. Mis fanfics y otras historias no suelen ser tan meticulosas en este tema, eso me dejó fuera de base. Por ello se me ocurrió que, si lo veía ordenado en calendario, iba a tener mayor claridad para el caso. Tomé un planificador que había quedado sin usar (de esos que regalan cada inicio de año y que en verano ya están en oferta o para reciclar) y empecé a anotar todo.
Mis letritas, no saben el alivio que sentí al ver que todo iba cobrando sentido. No sé cómo no se me ocurrió antes, si casi hasta suena lógico u obvio (casi). Se me hizo tan buena idea que se las vengo a compartir hoy, por si acaso no consiguen aún ordenar sus muchas ideas. Aquí va:
El primer paso de siempre es saber qué eventos ocurren y en qué orden (qué dicha que esto siempre lo tengo claro jajaja). Normalmente yo digo algo como “esto sucede como dos meses después del cumpleaños de Zutana y una semana antes de que Fulanito se vaya” ya que siempre acomodo las ideas en orden de suceso. Pienso en qué eventos de calendario son importantes en este mundo como fiestas regionales, conmemoraciones nacionales e internacionales y celebraciones religiosas. Además de las fechas de nacimiento y muerte de los personajes (aunque sea a grandes rasgos y más o menos en cuál punto de la historia ocurren). Una vez que tuve todo esto en mente fui al segundo paso:
Anoté en el planificador (o calendario, almanaque, agenda; puede ser algo que ustedes mismos hagan...) las fechas que tenían que ver con el mundo narrado: Fiestas nacionales e internacionales (efemérides), conmemoraciones religiosas y culturales, y todo que evidencie la construcción de mundo. Por ejemplo, yo coloqué como una de las grandes fechas internacionales el día en que se realizó un acuerdo de paz entre las naciones, también cosas comunes como el día del padre y el día de la madre. Incluso, como tengo eventos relacionados a la educación, puse las fechas de inicio y final del año escolar y por supuesto, los meses de vacaciones.
Me dediqué después a fijar las fechas de nacimiento de cada personaje (sus cumpleaños, y además puse el año de nacimiento para tener siempre presente la edad). Y si tenía fechas de defunción las ponía también, en este mundillo los aniversarios de muerte son importantes y las tengo que tomar en cuenta. Además, anoté una boda..., no sólo desgracias viven los personajes.
El siguiente y último paso yo lo hice por aparte, pero ustedes pueden ponerlo en el mismo calendario: Los eventos que marcan la vida de los personajes y los hechos de la historia. Mi novela está muy regida por los días, hago uso de cartas y calendarios frecuentemente. Gracias a esto yo sabía que, en mi caso, meter todo eso en calendario me iba a llevar a la misma confusión mental que tenía al principio. Sin embargo, el proceso es el mismo:
Se van al primer acontecimiento de la historia (puede ser desde los hechos fuera de escena como el prólogo o el prefacio, fechas en las que suceden cosas que tendrán repercusión, pero que no se desarrollan a fondo después) y lo fijan en el planificador. Irán hilando cada hecho con día, mes y año (o sólo mes y año, si les es más cómodo o los días exactos les son innecesarios).
¿Recuerdan que dije que yo ponía un margen de acontecimientos para saber más o menos cuándo ocurría cada cosa? Pues este paso me ayudó a ubicar definitivamente algunas cosas que tenía en el aire y a intercambiar dos hechos que no tenían sentido que sucedieran en el primer orden que había realizado. También me di cuenta de que había grandes lapsos donde acontecían demasiadas cosas y otros lapsos donde no tenía casi nada; incluso tenía meses donde no sucedía nada de nada (lo cual no tiene sentido en una historia donde hay gran presencia de días y meses). Yo esta lista de acontecimientos la escribí en un archivo, colocando la fecha y una frase referente al suceso. Por ejemplo:
2019
28 Junio: La beta ordenó sucesos en un calendario para su historia.
29 Junio: La beta escribe un artículo.
2020
30 Abril: La beta escribió otro artículo.
5 Mayo: La beta sigue escribiendo artículos.
Debo decir que sí me hice enredos en el proceso, aún si el calendario y las fichas de los personajes las tenía a la mano todo el tiempo. Pero el resultado fue precioso. Tener todo claro y bien organizado agiliza demasiado al momento de avanzar la historia; agregar y quitar cosas o hacer modificaciones. Se los recomiendo muchísimo, queridas letritas, y les aconsejo también que lo hagan desde que crean la historia, después terminan en un caos como yo.
Eso sería todo, en realidad no es difícil, si acaso largo (dependiendo de la historia o cuánto lleven en eventos planeados). Espero les haya servido este consejo y puedan tomar lo que les sirva para ordenar sus fanfics y originales.
Atentamente, una beta de por ahí, ¡chao!
…
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