Sobre el yaoi y sus problemas Vol. 1: Los roles de pareja

   ¡Hola, letritas hermosas!

   Vengo con una nueva serie de entradas y esta vez el tema está tan extendido como descompuesto: el género yaoi, BL (boy love), chico x chico, shonen ai (versión suave) y como quieran, el punto es que los protas del romance en curso son dos hombres. Se da en los fanfics y originales y aunque es tan popular (y así siendo amado y vituperado con la misma intensidad) no se libra de errores garrafales en su elaboración. Por ello, Josi y yo hemos decidido que expondremos errores comunes y aconsejaremos para que estas historias llenas de potencial salgan a relucir y sean mucho mejores.


   En lo personal, yo opino que los estereotipos uke (pasivo) y seme (activo) son irreales e incluso insultantes para las relaciones humanas reales. Me explico, sólo son dos hombres que se quieren, pero al final siguen siendo humanos y las personas cuando están en una relación actúan acorde a su personalidad e intereses, ¿acaso en una relación hetero el chico hace todo y siempre tiene la iniciativa en el romance y en el sexo? ¿Las mujeres siempre son las que reciben todas las atenciones y parecen muñecas no pensantes que se dedican a disfrutar de las complacencias de sus parejas? Claramente no es así, ¿por qué se tiende a pensar que entre sólo chicos o sólo chicas las cosas serían diferentes?

   Creo que la “versatilidad” (sukes, en términos generales para estas historias con roles marcados) es el balance perfecto al momento de plasmar una historia romántica sobre un par de chicos; así, sin que la balanza ponga a uno sobre otro y ambos puedan mostrar sus verdaderas personalidades y gustos.

   Le he preguntado a Josi qué opinión tiene sobre los estereotipos en los roles de pareja. Y, en plan beta, qué recomendación daría para que se equilibren mejor los papeles de cada individuo (si es que cree que cada persona deba cumplir un rol en específico).

   [Los estereotipos son todo un caso, se tornan generalizados y después de un tiempo todos los aceptan como algo natural]. Y Josi no puede tener más razón, ella agrega que no entiende cómo alguien consigue soportar una relación con alguien que no demuestra ni un poco de afecto, aludiendo a los semes, los cuales son representados normalmente como bestias dominantes, machos alfas de pecho peludo (y aquello que implica ser “macho”, una masculinidad deformada que los priva de demostrar afecto físico más allá del sexo rudo que sólo afianza su dominio).

   Sinceramente, yo tampoco entiendo eso. Y sí, ambas sabemos que existen personas que son dominadas por el miedo impuesto por su pareja y por la creencia de que no encontrarán a nadie más que los ame, que no valen nada, etc. Sin embargo, eso es horrible, esas personas (y personajes) están dentro de un círculo de violencia y de dominación, su relación es tóxica y carece de amor. No es una relación amorosa real ni saludable.

   Josi dice: [Creo que en las historias, la persona (la que está siendo dominada) debe demostrar primeramente, por encima de todo, un amor hacia ella misma… El primer indicio de amor que debe aparecer en una historia es hacia sí mismo, pudiendo hasta ayudar los lectores (tanto femeninos como masculinos) a sentirse mejor].

   A pesar de todo esto que hemos dicho ¿qué derecho tenemos a opinar si, de hecho, las historias son hechas para enseñar y disfrutar de los sentimientos y emociones de la realidad? ¿Cómo es que hay desaprobación con ciertas relaciones si todo esto es hecho, aunque sea un poco, basado en nuestra realidad? Hay varias emociones y sentimientos en la vida y claramente las historias no pueden ser hechas solamente por sentimientos de felicidad ni, por el contrario, con sólo sentimientos basados en la tristeza. Sin tristeza no valoraríamos tanto las situaciones de felicidad y lo mismo a la inversa. Ahora, para responder concretamente estas dos preguntas: La resolución se encuentra cuando sabemos caracterizar y darle a cada cosa su lugar.

   Si una relación es saludable se admira, se da a entender que es lo correcto (aunque en la actualidad se ha normalizado tanto el abuso que la gente se ilusiona cuando su pareja “es atenta y cariñosa” ¿acaso no debería ser así?). En lo opuesto, si una relación es más bien tóxica, con una persona siendo dominada por otra y dependiendo de la misma, se describe como tal, como una relación indeseable y enferma y allí hay un gran problema: se romantiza que una persona le “pertenezca” a otra, que la trata de “suya”. Yo no sé ustedes, pero si nos ponemos a filosofar un rato cada quien le pertenece a una única persona: a sí misma.

   Y quizá digan que también exista manipulación por parte del uke, porque es tierno y domina haciendo sentir culpable y haciéndose el difícil con el seme, “su” seme. Pues el resultado es el mismo: relación tóxica, relación insana, relación sin amor real.

   El amor no se define por quién está arriba o abajo en la cama (de todas formas el sexo es más que la penetración o la posición sexual escogida. Un hombre no es menos hombre por tener sexo anal con su compañero sexual/sentimental e, incluso, tampoco es menos si tiene sexo con una pareja femenina usando dildo con arnés). Tampoco se define por “quien tome la iniciativa”, “el que sea más masculino, más grande, más fuerte, más esto o aquello”.

   Varias veces parece muy poético cómo el seme actúa siendo un perfecto manipulador, y he caído en la trampa también, pero ¿de verdad es hermoso que “Sergio estampe contra la pared a César, aprisionando sus delgadas manos para que no pudiera escabullirse, causándole un escalofrío que le recorre cada fibra de su cuerpo y provocándole intriga y un poco de temor que le hizo temblar y jadear sin apartar su mirada de los ojos color cielo”? Quitemos la musicalidad de las palabras y tenemos a un chico temiendo a las acciones de uno más grande y fuerte (juegos de rol aparte).

   Posiblemente me dirán que el bondage sería la excusa perfecta para esta situación. Pero ¿en algún momento dije algo de placer o que a César le gustó lo que hacía Sergio? El muchacho tembló de miedo. Leámoslo con ojos críticos y pensemos seriamente si nos gustaría que nuestra pareja nos arrinconara contra la pared por cualquier cosa cada vez que se le dé la gana. En una relación ninguno tiene que “ser el de los pantalones”, “el que manda”, “el que lleva las riendas” ¿es dictadura o relación amorosa? Las dos personas deberían tener la misma importancia y apoyarse mutuamente.

   [Un seme no necesita ser un animal sin sentimientos y un uke no necesita ser un objeto y tener los sentimientos oprimidos]. ¿Por qué es “raro” que un seme sea cariñoso y un uke “tenga carácter”? ¿Acaso los hombres homosexuales sólo pueden ser uno u otro basándose en qué le gusta más en el sexo con penetración? Tremenda estupidez, son tan humanos como los heteros. Josi está de acuerdo en que las historias deben tener más escenas de crecimiento en las relaciones, momentos divertidos, tensos, incómodos, tristes y felices y no necesariamente deban ser sobre problemas de pareja y sexo, deben vivir situaciones juntos que los unan y los hagan crecer y madurar. Que se evidencie que pensaron seriamente en ese personaje.

   Y hablando de momentos, ¿qué hay del primer momento de conocerse? Soulmates, almas gemelas, almas predestinadas, medias naranjas o como deseen llamarle al “amor a primera vista”. Detengámonos un momento a pensar y razonar, ¿cómo diantres podemos amar a alguien sin saber siquiera su nombre? El humano es más complejo que los demás animales que escogen pareja de por vida en su época de apareamiento. Josi y yo llegamos a la conclusión de que no existe amor como tal a primera vista (ignoremos por un momento la metafísica y las teorías de reencarnación de las almas que se reencuentran una y otra vez, porque de todas formas eso tiene un trasfondo más allá del “estuvimos juntos en otra vida y ahora volveremos a estarlo”).

   [Creo que sí existen las parejas destinadas, las almas gemelas, los soulmates, los compañeros de vida, etc. Pero no creo que sea esa la forma en la que aparece en la mayoría de las historias. En ellas ocurre una atracción a primera vista. Sí, son almas predestinadas, pero el amor se conquista desde la amistad. Primero se conocen; da lo mismo si no se lleven bien al principio, se conocerán y entonces es ahí que forman el tan famoso lazo que los unirán].

   El tema de las parejas predestinadas se ve mucho en algo que tanto a Josi como a mí nos genera varios conflictos: el omegaverse. Aquí los roles son casi leyes físicas que ni se intentan suavizar en la sociedad. Los omegas son completamente dependientes y sometidos a los alfas e incluso a los betas. Las dos nos preguntamos “¿por qué tiene que ser de esa forma?”. Una cosa es que un mundo tenga ciertas normas, pero llegar al punto de romantizar que alguien le pertenece a otro, marcarlos incluso contra su voluntad es nefasto. ¿Por qué no pueden ser una sociedad más civilizada? ¿Realmente los omegas deben estar siempre bajo el yugo de las otras castas?

   [En la mayoría de las historias adaptan criterios a cada clase: los betas son “normales”, los alfas tienen “la voz de mando”, ¿y los omegas tienen que? ¿Nada? Lo máximo que les ponen es un llamado de ayuda]. Sí, es un poco interesante que los instintos a veces los superen, pero ¿en la naturaleza las madres están indefensas completamente? Intenten molestar oseznos, cachorros de leones o cervatillos, a ver si las madres no se enfurecen. No van a llamar al macho (y a veces ni andan con este), se van a lanzar al ataque para defender a sus crías a capa y espada.

   ¿Y qué hace un omega? ¿Sólo se pone triste si invaden su “nido” y emitirán un grito de auxilio a su alfa? ¿Qué clase de incongruencia es esa? ¿De verdad no puede luchar y no tiene ni la capacidad de defenderse por instinto? Los humanos son tan capaces como los demás animales y si se trata de defender, con uñas y dientes van a proteger lo que es suyo. Dénle carácter y fuerza a sus personajes, que los estereotipos no los bloqueen.

   Quizá nos hemos dejado mucho por hablar, en sí este tema da para rato, pero creo que hemos cubierto lo más básico para que puedan avanzar. Así que aquí termina este capítulo, Josi y yo los esperamos en el próximo.

   Atentamente, una beta de por ahí y Josi, ¡chao!

   Volumen 2: Clichés de trama.
   Volumen 3: Problemas en la relación.
   Palabras clave: clichés del yaoi, problemas en las historias BL, los roles de pareja en el yaoi; uke, seme y suke en el yaoi, almas gemelas en el yaoi, omegaverse y sus roles

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