Recuperar la inspiración

   ¡Hola, letritas hermosas!

   En este ámbito literario, el acto de hacer inspirar es infundir o hacer surgir afectos, ideas o designios en la mente o en el ánimo de alguien. Por tanto, la “inspiración” sería un estímulo que anima la labor creadora ya sea en el arte o en la ciencia. Siendo así, ¿qué pasa cuando ese estímulo se va y nos deja los deseos de escribir colgando? ¿Qué podríamos hacer cuando las Musas nos han dejado a nuestra suerte y aunque tengamos las ideas listas no sabemos cómo plasmarlas? Y como la respuesta no siempre es única, hice esta entrada a recomendación de Delia Flores.

Las nueve hijas de Zeus y Mnemosine (las Musas) danzando junto al dios Apolo.

   Empecemos por un amistoso recordatorio: el cerebro es un músculo bastante particular, pero todos los músculos necesitan tanto entrenamiento como descansos. Sí, si hay que trabajar hay que ser disciplinados y hacer nuestros deberes, pero aún así la sobreexigencia puede resultar en un producto deplorable.

   Por eso, no teman en tomarse unos minutos para despejar la mente o algunas horas o días ocupándose de otras tareas para distraer al cerebro o más bien, darle nuevas perspectivas y estímulos.

   Una de mis cosas favoritas es la de Observar. Hay que observar atentamente y sentir como un niño que descubre el mundo. Como nos centramos en cosas tan limitadas tendemos a olvidarnos de nuestro exterior, de cosas que antes nos emocionaban y ahora dejamos pasar. Caminen un día de camino a su trabajo o universidad sin audífonos y presten atención a su entorno.

   La ropa de las personas; los monumentos que siempre están ahí, pero que rara vez detallamos; los edificios viejos contrastados con los nuevos; los juegos de los niños; la vegetación que rodea el lugar; y un largo etcétera. ¿Qué sienten? ¿Cómo son las calles? ¿Hace calor o frío? ¿Si tuvieran otra personalidad, cómo les parecería la ciudad? Muchas ideas podrían venir gracias a esto, y sino, al menos ya salieron un poco de su zona de confort, lo cual es un tremendo avance.

   Otra cosa que sugiero hacer en toda ocasión es aprovechar las malas experiencias y trabajar sobre ellas, al menos intentar verlas desde otro foco. Ya hablé de esto en Cómo superar críticas destructivas, pero tengo que traerlo a colación porque de verdad es importante que no nos quedemos con lo malo que nos dicen, sino que le saquemos provecho a las críticas y a los fallos que vamos descubriendo. Sólo porque una escena salió terrible, no significa que no podamos reutilizarla o descubrir que había una buena idea detrás que luego podremos hacer relucir.

   Sé que no todos somos fotógrafos, pero ¿quién dijo que había que serlo para obtener una foto bonita de algo que nos gusta? No parece relevante para escribir fics u originales, aunque, sí es útil. Cosas que nos parezcan hermosas, interesantes o raras, incluso si a los demás podrían parecerles trivial. La cuestión es obtener una imagen tras otra y al cabo de un rato, una colección inspiradora. A dicha imagen gráfica se le puede añadir una pequeña descripción, un pensamiento, una nueva perspectiva o una sensación. Palabras, frases o hasta cuentos y escenas. Escribir cosas distintas ejercita la creatividad.

   Añadido a la fotografía se encuentra la pintura, los dibujos, hacer garabatos, una manualidad con recortes, etc. Luna recomienda divertirse con los personajes y una manera que menciona aparte de hacer fichas para personajes es el crear cuadros de estética para personajes (creo que en inglés se les dice “Character aesthetic” o “Aesthetic collage”). Resultan súper útiles y además quedan bastante bonitos; sirven, entre otras cosas, para descubrir qué tanto conocemos a nuestros hijos de papel.

   Otra actividad para estimular a cerebro-chan es ver videos de temas que no solemos buscar. Ver gente nueva, descubrir temas raros o complicados; ya sea física, historia, arquitectura, arte, anatomía y medicina, mecánica, química, astronomía, sobrenatural y metafísica, criminología, psicología, matemática... ¡Lo que sea!

   En lo personal, yo lo hago dependiendo de las entradas o los temas que tratan mis alfas; así escribí el artículo de Tipos de muerte y aprendí sobre política internacional al matricular, por puro placer, un curso libre de la universidad. Incluso, si no son de ver documentales, sirve de igual manera entrar a blogs que traten temas que rara vez estudian. Pueden hacer una lista y escoger al azar un tema del cual buscarán; se sorprenderán cuánto pueden aprender y aplicar para sus mundos y personajes.

   Punto importante: Meditar. Se nos olvida dejar descansar la mente y esta pequeña actividad nos va de maravilla en todo el cuerpo. Dar paz resulta provechoso para cargar el cerebro y vaciarlo de porquerías. A veces olvidamos nuestras ideas precisamente porque estamos muy atolondrados y las estanterías de nuestra mente colapsan.

   ¡Ocio! Jugar, probar una actividad nueva, un deporte al que le hacíamos mala cara, aprender un nuevo juego de mesa. El cerebro necesita airarse y tener su rato de ocio para liberar tensión. Las maratones de películas, un rato de videojuegos o escuchar música de géneros y temáticas nuevas también son muy provechosos. Es más, pondré una fábula de Fedro que va bien con esta sugerencia de actividad:

   “Como un cierto ateniense viera, en medio de una multitud de niños, a Esopo que jugaba con nueces, se detuvo y se rió de él como de un demente. Tan pronto como el anciano, más burlador que objeto de burla, se dio cuenta de esto, colocó un arco distendido en mitad del camino y dijo:
   —¡Eh!, sabio, explica qué he hecho.
   Acude en tropel el pueblo. Aquel se atormenta durante largo tiempo y no comprende el motivo de la cuestión planteada. Finalmente se rinde. Entonces el sabio vencedor le dice:
   —Pronto romperás tu arco si siempre lo tienes tensado; pero, si lo dejas distendido, cuando quieras será útil. De igual modo se le deben conceder a la mente de vez en cuando entretenimientos para que se haga mejor con vistas a la meditación.”

   Improvisar siempre ayuda a relajarse y liberar la mente. Aquí funciona intentar escribir cosas nuevas porque nos salimos de la monotonía y de la zona de confort. Prueben escribir romance si suelen crear suspenso; comedia en vez de terror; policial en vez de romance; sobrenatural en vez de ciencia ficción y viceversa. ¡Hay muchas posibilidades! Hay incluso retos literarios de escribir sobre determinados personajes, parejas, estilos y temas; prueben alguno para variar su monotonía de escritura. Los estímulos podrán llegar más temprano que tarde.

Créditos de imagen a imonomnity.

   Ya para finalizar, dejo aquí una lista que encontré (abajo está la info de la web, como es de costumbre, claro) sobre sugerencias para recuperar la inspiración. Y como aclaración, menciono que estaba originalmente en alemán y para arreglar los desperfectos del Señor traductor, decidí conjugar en voseo.

   >> Cepillá tus dientes con tu mano no dominante.

   >> Animate a leer un periódico que generalmente dejás de lado.

   >> Tomá una ruta de trabajo diferente a la habitual.

   >> Utilizá un medio de transporte diferente al habitual.

   >> Escuchá otra estación de radio.

   >> Usá las escaleras en lugar del elevador.

   >> Caminá por el edificio de oficinas y redescrubrilo.

   >> Comenzá una conversación con un colega con quien nunca entablás diálogo.

   >> Ordená tu escritorio de nuevo.

   >> Podrías cambiar el fondo de la pantalla.

   >> Usá un navegador diferente.

   >> Leé un blog sobre un tema que de otro modo no ocuparías. (Sé que fue algo que también dije, pero intenté respetar la lista con su contenido).

   >> Enviale un correo electrónico o mensaje a alguien con quien no hayás contactado en mucho tiempo.

   >> Escribí a alguien una carta. (Y no tenés por qué entregarla si no querés).

   >> Preguntales a sus colegas qué harían en tu lugar. (Supongo que es ambiguo adrede, pienso que se refiere al trabajo, situación, cómo completar esa escena en la que estás teniendo problemas...).

   >> Hacé una caminata después del almuerzo.

   >> Ve al mercado, cerrá los ojos y prestá atención a los olores que te rodean.

   >> Pedí un plato para el almuerzo que nunca hayás comido antes.

   >> Hablá con un extraño en la calle, invitalo a tomar un café. (Esta depende de tu ciudad jajaja, pero podrías hablar con alguien ya estando en la cafetería o restaurante).

   >> Pedí consejo a un extraño. (De nuevo, cuidado con tu ciudad; pero aquí me viene a la mente a cuando estás comprando algo y te sale un tema de conversación con el dependiente y terminan hablando de comida en una tienda de ropa).

   >> Comprá un libro y leelo en un día. (O un libro pendiente jaja hay un reto en BookTube que es de leer por veinticuatro horas consecutivas y creo que sería divertido).

   >> Girá las imágenes, por ejemplo: en el periódico, ciento ochenta grados y solo miralas hasta que el cerebro intente reconocer algo nuevo.

   >> Leé un libro sobre un tema sobre el que nunca has leído.

   >> Cuando vayás de compras, andá a una tienda a la que nunca hayás ido.

   >> Ve a casa a una hora diferente a la habitual.

   >> Espontáneamente tomate un día libre. (O algunas horas solamente, no creo que siempre se pueda un día completo...).

   >> Pintá un dibujo o cuadro. (Y nunca se preocupés por la estética del mismo, eso queda de lado para este ejercicio).

   >> Pintá un dibujo con tu mano no dominante.

   >> Mirá una película, pero en un idioma extranjero.

   >> Dormí en el otro lado de la cama.

   >> Expandí esta lista por vos mismo.

   Y listo, hemos llegado al final de la entrada de hoy. Ustedes díganme si han intentado alguna de estas cosas o si se les ocurre algo más para recuperar la atención de las Musas y que vengan a ayudarnos. Ahora, sin más, me despido.

   Atentamente, una beta de por ahí, ¡chao!
...
   Fuentes de interés:
   Fábulas; Fedro. Alianza editorial (2000). Libro III, fábula No. 14: Acerca del juego y la seriedad.
   Inspiración: 30 ideas para darle cosquillas a tus sentidos [Inspiration: 30 Ideen, Ihre Sinne zu kitzeln]. Web: Karriere Bibel. (En alemán).

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