Los ancianos y el peso de la edad

   ¡Hola, letritas hermosas!

   Tenía ganas de hablar sobre los personajes que, junto con los niños, forman otro grupo bastante dejado de lado o estereotipado. Resulta que cuesta encontrar artículos acerca de personajes ancianos o de mucha edad. La mayoría de cosas que hallé fueron más bien "Tops sobre grandes personajes viejos…", pero no sobre cómo hacerlos o por qué los enlistados son geniales. No sé si me faltó buscar alguna palabra clave, aunque ya estamos aquí; así que, como es de costumbre, mezclaré análisis y preguntas existenciales sobre el tema en cuestión.

Ilustración como en pintura de agua del rostro de un hombre mayor con piel morena, cabello blanco con calvicie en la parte superior de la cabeza. Tiene una barba y bigote tupidos y blancos.

   Antes que nada: ¿Qué es vejez? Nadie sabe. Nah, mentira, pero resulta que los estudios gerontología es una ciencia bastante nueva y llegar al acuerdo de "adulto -> adulto viejo -> viejo viejo" conlleva a diversas teorías y perspectivas que abarcan lo social, biológico, político, económico y psicológico. Así, me limitaré a utilizar el esquema más generalizado y común: entre los 60-70 años empieza la tercera edad, o sea, la vejez, que es cuando comienzan las jubilaciones reglamentarias y siendo anticipada por la mediana edad. A partir de los 90 años se considera una última categoría: vejez avanzada.

   Procedamos ahora con el significado de "envejecimiento". En diversos diccionarios y definiciones hace referencia sobre:
   > la acumulación del paso del tiempo sobre un organismo u objeto;
   > conjunto de modificaciones morfológicas y fisiológicas por acción del tiempo, lo cual supone una disminución de la capacidad adaptativa de los órganos y sistemas, así como de respuesta a agentes lesivos;
   > algo que permanece por mucho tiempo.

   En resumidas cuentas: el paso del tiempo es lo que da origen a la vejez; y, si esto es así, envejecemos desde que somos formados en el vientre materno: la vejez hace que crezcamos, nos tornemos adultos y ancianos, donde ni siquiera dejamos de aprender y desarrollarnos de manera cognitiva.

   De hecho, se puede considerar que existe un envejecimiento natural, donde las cosas son progresivas y aún con setenta años se puede valer por cuenta propia; luego está el envejecimiento secundario, donde son las patologías, vida poco saludable y los atropellos de la vida lo que deterioran forzosamente el cuerpo.

   Ahora sí, para continuar, me consterna que muchas veces no queda claro cómo es la sociedad del mundo donde viven estos personajes. Es decir, no digo que haya que explicar cómo es tratada esta edad a profundidad, pero normalmente sólo aparece el personaje viejo de turno que sirve como mago súper poderoso o como maestro de sabiduría. ¿Cómo ve su sociedad a las personas mayores? Me gustaría saber un poco sobre el concepto de vejez de dicha sociedad, cómo son tratados y si son sujetos activos o pasivos. ¿Los tratan con respeto o los dejan olvidados como ocurre mucho en la actualidad? En determinadas sociedades sociedades la vejez es nefasta y en otras es tratada como un símbolo de sabiduría y digno de respeto, ¿aquí sucede de la misma manera?
   
   Esta etapa de vida posee varias maneras de ser vista: puede ser algo deseable (alcanzar el mayor potencial, conocimiento, descanso...) o también, una edad inferior e indeseable (decrepitud, pasado de moda, lentitud...). Incluso la propia sociedad, pero más bien los individuos, toman determinadas actitudes en torno a la vejez:

   > los viejos son cálidos y cariñosos;
   > representan la sabiduría climática de la vida, cuidadores y maestros para las generaciones nuevas;
   >  no pueden ser cuestionados ni mucho menos ignorar cada deseo que se les ocurra
   > la gente vieja es incompetente y una carga tanto laboral como social;
   > son enfermizos, sin fuerza ni actividad alguna;
   > vuelven a ser niños.

   Este último concepto es el peor, bajo mi lupa, porque no sólo es un sinsentido carente de pies ni cabeza, sino que está igualando dos etapas opuestas y enriquecedoras por su propia cuenta. Además, resulta irrespetuoso tratar con edad distinta a las personas. Un niño no es adulto, un adolescente no es niño ni tampoco adulto, un adulto no es un jovenzuelo, un viejo no es un niño. Hay quienes, incluso, se aprovechan de estas diversas concepciones distorsionadas para causar daño o salirse con la suya de manera injusta.

   Las personas viejas son personas. Su construcción en la ficción debería tener el mismo cuidado que con el resto de las edades. Si hay que retratar alguno de sus problemas ¡qué bien!, abusar de los estereotipos por falta de interés a informarse, ¡qué mal!

   “En mis tiempos las cosas no eran así...” Frase recurrente en la vida real y en la ficción…, con ciertas variantes de vez en cuando, sin embargo. El punto es que el cliché de “así no eran los niños”, “antes no se resolvían así las cosas” y un largo etcétera se usa de una manera muy superficial. Si tanto ha cambiado el mundo, ¿cómo le afecta a este personaje? Las cosas han cambiado tanto física como socialmente, ¿y lo único que pueden decir es “en mis tiempos esto no pasaba”? La nostalgia, indiferencia, rencor, alegría…, todas esas sensaciones que se producen por recuerdos de incluso un año atrás ¿acaso no las sentirá alguien por algo que sucedió hace décadas y que posiblemente lo marcó?

   Lo que pasa con esta edad, como dije antes, es que van a otro ritmo y eso crea una brecha que no todos toleran. Llegados a cierto punto de la edad, las personas empiezan a tomarse los cambios de la cotidianidad de modos distintos. Hay quienes les gusta estar al tanto, otros sólo se interesan de ciertos cambios; algunos más pierden el interés y prefieren pedir ayuda con su teléfono que aprenderse todos los neologismos, estructuras y métodos de uso. Ya pasaron por eso en sus propios tiempos, les da igual..., o quizá no, todo depende de la persona y el personaje en cuestión.

   Y hablando de cosas del pasado, ¿qué recuerdos persigue a este personaje? Debe haber algo que les afecte ¿o es más bien la clase de persona que perdona y deja ir? Posiblemente sea un personaje que la pasó mal y que tenga recuerdos que aún después de muchos años continúa haciéndole daño y representa un reto para su presente. Un ejemplo de esto es Elise de la saga de películas “Insidious”. Ella es una mujer con carácter y simpatía, una vidente con grandes conocimientos, pero aún hay peligros externos e internos que debe enfrentar y tiene secretos y hechos de su pasado que la atormentan. No es sólo un “la vida me enseñó...” ni “es que la experiencia de la vida...”; ella lo demuestra y aún siendo mayor tiene sus debilidades y miedos como cualquier otro ser humano.

   Esta personaje se quitó el miedo con el paso de los años, se hizo más fuerte y hábil. No todos consiguen eso y esos contrastes hacen geniales las historias. La personalidad del personaje es fundamental para saber cómo reaccionará y cómo continuará su vida.

   Estas cosas sobre la longevidad y carácter frente a ello también influye en cómo un personaje ve la vida, cómo la vive y qué expectativas tiene al respecto. Puede que sea una persona mayor común, pero ¿es de esos personajes que tienen una vida larguísima? Habrá que ver si quisieron esa vida, si es natural para ellos, si lo lamentan o lo aman. ¿En qué los afecta eso? Debe haber aprendido algo de la vida, arreglar defectos y mantener o contraer otros. ¿Qué aprendieron? ¿Es sensible y empático o ha adquirido un carácter estoico y asocial? En dicha personalidad también tiene que ver qué ha logrado en su vida, las metas que cumplió y en qué fracasó; los frutos buenos y malos de sus esfuerzos y acciones.

   "En todo momento hay movimientos progresivos pero también regresivos. El yo de cada sujeto procede de acuerdo a su "propio tiempo personal". Lo que caracteriza el ciclo vital humano es el de transcurrir simultáneamente en diferentes escalas de tiempo: cronológico, biológico, psicológico. También transcurre en aquella dimensión de la vida mental donde paradójicamente no hay registro de tiempo, el inconsciente" (Zarebski, p. 41)

   Como en la vida real, en la ficción los personajes no llevarán todo el tiempo el mismo estilo de vida y mucho menos la misma condición física y mental. A veces las personas mayores son tan frágiles como un neonato y otras veces pueden derribarte con una llave que aprendió en algún cuerpo de seguridad o arte marcial. He visto personas de cincuenta años ganarle en resistencia física a muchachos de veinte años, todo es cuestión de cómo viven y de qué tanto haya resistido el cuerpo el paso del tiempo.

   Estos elementos de seguir o no luchando también tienen consecuencias. Las hay desde el que quiere y puede, el que no quiere y debe, el que debe y no puede, etc.. Además, ¿qué hay del carácter y la madurez psicológica? Hay cosas que podrían mantener de su juventud y otras cosas que podrían cambiar o mejorar (como sucede en cada etapa de la vida). Ahí tenemos a un Joseph Joestar  de “JoJo No Kimyou Na Bouken” un anciano extrovertido que aprende de sus errores y ha desarrollado varias estrategias, pero no es perfecto en todo, tiene momentos donde se equivoca o a veces no se da cuenta de ciertas cosas que los jóvenes sí captan de inmediato.

   Pasado, presente, futuro… ¿Cómo enfrentan los recuerdos? Se podrán regresar mucho al pasado o más bien mirar hacia su futuro, por más corto que sea.  ¿Cómo lo hace y con qué sentimientos? ¿Monologa, se lo cuenta a alguien, se mantiene ensimismado? Del mismo modo, ¿cómo expresa sus emociones y sentimientos? ¿Qué ha aprendido de la reserva o la desmesura? Si nosotros los jóvenes a veces nos sentimos miserables por guardarnos algo o más bien hablar de más, ¿cómo sería para una persona que ha pasado por ello decenas de veces?

   Puede que lo acepten con dignidad y obedeciendo a la naturaleza, o puede que deseen negar su vejez y preferir la muerte antes que “padecerla”. Me gusta mucho esta frase y creo que va perfecto con este modesto artículo: “La causa de todas estas lamentaciones está en el carácter, no en la edad” (Cicerón). Así que no por ser viejo hay que ser amargado, ¿no conocemos todos a jóvenes con expectativas negras de la vida y ancianos con la energía de un niño que explora el mundo?

   Siempre ayuda muchísimo observar la vida real, no todas las personas mayores de edad son sabias, místicas o misteriosas. ¿No son algunos entusiastas como los jóvenes? ¿Por ser viejos necesariamente tienen que ser serios y sin carisma? A veces están en sintonía en cuerpo y mente…, a veces no. En añadidura, en ocasiones los abuelos aprenden más de nosotros que nosotros de ellos y en otras circunstancias ocurre a la inversa, ¿por qué tenemos que hacer ancianos “perfectamente sabios”? Aunque, cuidado con irse al otro extremo, un sujeto que ha vivido siglos no podría tomarse todo a chiste, sería bastante inverosímil..., o un misterio de qué ocultará este milenario que actúa como veinteañero fiestero.

   ¿Qué hay de sus apariencias? Parece haber una fobia hacia la vejez y no comprendo el motivo. Bueno, en realidad sí, resulta que sí existe este rechazo hacia "lo viejo" o "la vejez" porque ya el tiempo se acumuló lo suficiente como para hacerse notar "demasiado". Las carreras de la juventud bajan el ritmo y aparece una nueva etapa transitoria. Así como los adolescentes se sienten fuera de lugar, hacia la mediana edad (40-50) ocurren estas mismas crisis donde "no se quiere envejecer más". Resulta un tema humano de lo más interesante. Las crisis de la mediana edad son más complejas de lo que aparentan y se las han comparado con la adolescencia precisamente por compartir este sentimiento de cambio.

   Y entendiendo esto, sé que muchos queremos mantener la energía de la juventud, pero de ahí a que casi siempre los personajes viejos no se ven como tal, ya parece manía. Me explico; casi siempre cuando hay fantasía incluida los personajes van a aparentar veinte años cuando en realidad tienen ochenta, ciento veinte, quinientos, dos mil años. No teman subirle la edad a su aparente juventud, que se vean de cuarenta, cincuenta, setenta años. Que igual se les note cuando ya llevan un milenio sobre sus hombros. No digo que siempre, pero de vez en cuando no hace daño que la juventud y la vida prolongada no vayan muy de la mano. La diosa Eos puede dar fe de ello con su amante Titono, la inmortalidad sin juventud lo convirtió en una especie de escarabajo feo y demacrado.    

   Además, respecto a lo anterior, incluso sin esa fantasía tenemos “rozaba los setenta y aún tenía tan pocas arrugas como un lozano hombre de cincuenta”, “parecía diez años menos de los que en realidad tenía”. Sé que pasa en la vida real, pero no para todos y hay casos a la inversa. En añadidura, un viejito que se vea como viejito luciendo arrugas y canas con dignidad y honra es también agradable. En el mundo existen quienes huyen de la edad y quienes aceptan el paso del tiempo con gracia.

   Hablemos un poco de sus relaciones. En la madurez las personas empiezan a tomarse las cosas con calma; sus proyectos, relaciones interpersonales, sus deberes… Piensan mejor las cosas y tienen mejor noción de cuándo ser impetuosos y cuándo no. De hecho, ¿en qué afecta su vejez en la historia? ¿Lo hace darse cuenta de ciertas cosas, actuar de determinada manera, crear caos o arreglar las metidas de pata de otros personajes? ¿Van solos o acompañados? Hay quienes tienen la dicha de llegar a la vejez con sus parejas, otros sufren la viudez o encuentran una nueva pareja. A veces cuidan a sus nietos…, o estos a ellos. Entonces, podrían estar enfermos o no y necesitar ayuda o no. ¿Reciben los cuidados pertinentes o fueron abandonados?

   Los ancianos también se enamoran, se casa, tienen relaciones sexuales (tanto o más que muchos jóvenes). La vejez no es impedimento para seguir trabajando; un problema con la jubilación (aparte de las cifras miserables) es que las personas suelen pensar que los viejos ya no quieren hacer nada o que no pueden hacer nada. Una buena parte de jubilados toman nuevos trabajos no por necesidad, sino porque trabajaron toda su vida y quieren seguir activos. Vamos, se aburren o extrañan sus días de gloria (o buscan otras glorias).

   Esto de extrañar so me lleva a recordar las sensaciones de pérdida. Hay siempre despedidas en la vida, pero como persona mayor, su percepción podría haber cambiado desde su juventud (consideremos que cada persona es un mundo y siempre hay quien vive la misma situación casi de la misma manera a través de los años). Puede ser una pérdida como la separación de una relación, familias rotas o amigos que se van; o puede ser la pérdida irremediable como la muerte. La anticipación sobre la muerte está más vigente, el cómo lo sobrelleven es lo que debería tomarse en cuenta, tanto para sí mismo como para sus allegados.

   En fin.

   No podría alargarme demasiado con este tema. Que el personaje sea mayor de edad o tenga la apariencia de un treintañero con nueve siglos encima no quita que siga siendo un personaje más que deba ser trabajado como cualquier otro. Aún si es una deidad, los parámetros deben adaptarse a ello, ¿son “siempre felices y sempiternos” o más bien sufren evoluciones y sus mitos los hacen cambiar de carácter y tareas a realizar? Son muchísimas cosas a tomar en cuenta. Pero respecto a los seres divinos se abre un tema completo que trataré en otra ocasión.

   Eso es todo por el momento, cualquier duda y aporte son bienvenidos.

   Atentamente, una beta de por ahí, ¡chao!
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   Fuentes de interés:
   Análisis del concepto de envejecimiento. Alejandra María Alvarado García y Ángela María Salazar Maya. Gerokomos [digital], vol.25 (2). Artículo en línea.
   Desarrollo humano. Diane Papalia y Gabriela Martorell. 2017.
   Desde la niñez a la vejez: Nuevos desafíos para la comprensión de la sociología de las edades. Varios autores; Coordinadoras: Mariana Paredes, Lucía Monteiro. CLACSO; Asociación Latinoamericana de Sociología; ed. Teseo. 2019. Libro en línea
   El envejecimiento, la vejez y la calidad de vida: ¿éxito o dificultad? Artículo en línea de revista digital: Finlay.
 El curso de la vida: diseño para armar. Trabajo psíquico anticipado acerca de la propia vejez: mecanismos y efectos en el modo de envejecer. Graciela Zarebski, 2005.
   Envejecer en el siglo XXI: boletín sobre el envejecimiento: perfiles y tendencias. No.21, febrero 2006. Artículo en línea.
   Envejecimiento y campo de la edad: Elementos sobre la pertinencia del conocimiento gerontológico. Eugenio Gutiérrez y Patricio Ríos. Última Década No.25; CIDPA Valparaíso; Diciembre 2006, pp. 11-41. Artículo en línea
   Informe especial | Los escritores revelan su secreto más preciado: Diez autores cuentan cómo crear un personaje de novela. Diario digital: Clarín.
   Sobre la vejez. Cicerón. Editorial Tal -Vez [2005].

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