La adolescencia y sus matices

   Advertencia: En esta entrada se tocan algunos temas delicados. Si considerás que no estás bien para leer sobre tramas con tópicos trágicos, te sugiero evitar esta lectura y preguntar lo que desees sobre los personajes adolescentes por privado. Será un gusto conversar sin cuestiones delicadas de por medio. ¡Saludos y mucho amor!

   ¡Hola, letritas hermosas!

   Ya hablamos extenso sobre los niños y los viejos en la ficción. Hoy toca el grupo llamado: adolescencia. Bastante controversiales, amados por unos y odiados por otros. Es una etapa fascinante que abarca desde los diez y once años, hasta los veinte y veintiuno; aunque, la etapa que sigue (la juventud o adultez joven) también forma parte del desarrollo donde el cuerpo llega a su forma plena. En fin, nos enfocaremos aquí sobre este grupo de transición entre los niños y los adultos.

   “La pubertad implica cambios biológicos notables. Esos cambios forman parte de un largo y complejo proceso de maduración que empezó antes del nacimiento, y sus ramificaciones psicológicas continúan en la adultez” (Papalia, p.325).

Los cinco protagonistas de la película "el club de los cinco" sentados en una baranda de la escuela. Un chico con apariencia de pandillero, un integrante del equipo de lucha, una chica popular, una chica con ropa oscura y rara, y un chico delgado que pertenece al club de física y matemática.
El club de los cinco / The breakfast club

   Bien, empecemos con los aspectos más básicos para tomar en cuenta a la hora de pensar personajes en plena adolescencia: los cambios corporales. Esto va más allá de la menstruación y el vello corporal. El cerebro realiza cambios enormes, el dimorfismo sexual se acentúa (o sea, los órganos sexuales maduran, las voces se hacen más agudas o graves, la masa muscular y porcentaje de grasa varían acorde a los cuerpos femeninos y masculinos, etc.)

   Y con los cambios también hay cosas no necesariamente agradables. El acné es un problema común en la pubertad y muchos empiezan a utilizar ortodoncia. Las diversas hormonas están a tope, por lo que no se hacen esperar los cambios de humor, subidas y bajadas de peso, y la sensibilidad a todo lo que les suceda. Las emociones son muy marcadas e intensas.

   El proceso no consigue que todos sean necesariamente modelos a los 16 años, ser “feo” durante la pubertad no tiene nada de malo. De todas formas, no es lo mismo la cara de un niño que la cara de un adolescente y un adulto o persona mayor. Y aún si se consideran en apariencia “lindos”, las preocupaciones por el cuerpo están a la orden del día. No por querer atención, simplemente que de niños no importa tanto cómo uno se ve, pero en la adolescencia lo social cambia y la perspectiva se amplía hasta tener mayor consciencia sobre la apariencia; cosa que disminuye a un punto sano en la adultez, pero para los adolescentes es cosa muy seria.

   Las condiciones de vida también influyen en la pubertad. Son la alimentación y la cantidad de grasa factores influyentes en los cambios biológicos. O sea, una buena alimentación propicia un gran desarrollo físico y mental. Las hormonas son fundamentales y la segregación de estas impulsan la madurez sexual, por eso los adolescentes necesitan que los guíen a valorar su propio cuerpo y no que los dejen por la libre a “experimentar” y “disfrutar”, pues el que estén en un proceso de maduración, no significa que se encuentren completamente listos para experiencias maduras.

   Por el motivo anterior es que los hábitos alimenticios y el consumo de sustancias ilícitas afectan el desarrollo corporal y cerebral del humano. Así como hace daño que una embarazada se drogue, fume y beba alcohol, un adolescente se verá afectado si ingiere estas sustancias. El cuerpo simplemente no está preparado.

  “Entre la pubertad y la adultez temprana tienen lugar cambios espectaculares en las estructuras del cerebro involucradas en las emociones, el juicio, la organización de la conducta y el autocontrol” (Papalia, p.329)

   Los procesos de estar cerca de los padres, conflictuarse y volver a estar en paz con los padres varían conforme al crecimiento (obviando, claro, si los padres intentan mantenerse cerca del adolescente o de plano son guías deficientes para este). Quieren más intimidad, aparecen comportamientos de omnipotencia e inmortalidad (creen saber y poder hacer absolutamente todo, sin riesgos, que pueden hacer lo que sea porque son jóvenes y no deben preocuparse ahora). En fin, son numerosos aspectos y etapas en cada momento de la pubertad.

   El choque de la autoridad no es rara ni propia únicamente de adolescentes rebeldes. Es normal porque buscan nuevos horizontes y ya no son niños ni quieren que se los trate como tal. Resulta bastante intenso porque muchas veces a los adolescentes se los trata como niños y personas irracionales, pero esperan de ellos que respondan como adultos y personas racionales. Son como volcanes en medio de actividad sísmica.

   Y como las relaciones interpersonales son muchas veces difíciles con los padres, los amigos se convierten en un pilar esencial. Encontrar un lugar con el cual relacionarse y sentirse identificado resulta clave para el aspecto social del adolescente (real o ficticio).

   Esta etapa de transición entre la niñez y la adultez hace que les cueste encajar y deseen encontrarse a sí mismos. Los adolescentes son influenciables, copian conductas, las imponen, requieren la atención de amigos, se despegan de los padres, se reúnen en grupos que uniformizan gustos e ideas. La identificación con el grupo con el cual se asocia genera reforzamiento con los aspectos internos y externos de su ser.

   Un ejemplo muy claro de la influenciabilidad y la búsqueda de encontrar donde encajar, así como hacer lo posible por ser parte de ese algo, es el personaje de Cady Heron (Mean Girl / Chicas pesadas). Ella vive un proceso donde empieza a socializar, a interiorizar que los humanos y los animales resuelven sus problemas de manera distinta.

   Cady entiende que no puede lanzarse contra la persona que le cae mal, pero luego de todo su trayecto también comprende que hacerle maldades tampoco le ayuda y que de nada le sirve molestar a quien le hizo daño porque entonces se convierte en lo que detesta. Primero hace lo que sus nuevos amigos le piden para encajar, luego busca congraciarse con las plásticas, se convierte en una plástica y después de caer bajo, se encuentra a sí misma. Madura cuando no sólo hace las paces con las plásticas, la profesora y sus amigos, también con su familia y consigo misma.

   Y hablando de encajar y hacer cosas tontas por estar en un grupo… No todos los adolescentes andan buscando sexo como ninfómanas y sátiros. Tampoco usan drogas y se alcoholizan porque sí, porque los adolescentes "quieren llevar la contraria". La mayoría del tiempo estas adicciones surgen por: 1. presión social de grupo, y 2. un hogar donde no hay disciplina, ejemplos ni crianza respetuosa. Claro que hay excepciones, pero son cosas que hay que ver de manera individual, como cada caso en la vida real y para cada construcción certera de personaje.

   Así como una persona no se muere por no tener sexo en su adolescencia, en un personaje no es obligatorio. Los medios y el entretenimiento lo han puesto como algo “normal” y justificado supuestamente con la curiosidad y niveles hormonales de los adolescentes. Claro que sí, como el chiquillo quiere, hay que dejarlo a la libre porque a esa edad puede ser responsable de arrepentimientos, enfermedades y embarazos. ¡Uf!, tremenda lógica. Pues no, hay quienes sí se ponen firmes en que no quieren tomar cosas que les cocinarán las neuronas y muchos otros que prefieren esperar antes de tener coito. Sin mencionar que muchísimos adultos se arrepienten de haber seguido la corriente y hacer estas cosas en la adolescencia.

   Como si los adolescentes no tuvieran suficiente presión encima, dilemas existenciales, auto enfrentamiento con sus cuerpos, sus ideas y cambios de relaciones interpersonales. Lo ideal es estropear el cerebro, los riñones y el hígado. Condones, birra y mota, eso es todo lo que necesita un joven para divertirse; porque no existen los parques ni los deportes ni videojuegos, tampoco las artes ni grupos de jóvenes en iglesias ni mucho menos excursiones con hamburguesas y soda. Eso, eso no existe, el adolescente que se joda.

   Ok, ya paro.

   Una cosa es que se escabullen a escondidas para hacer cosas que saben que están mal. Otra distinta es elogiar y seguir endulzando estos comportamientos como si fueran buenos para ellos. Ahí radica la diferencia de un personaje que hace algo malo y aprende; y otro que hace algo malo y se le da la razón.

   Veamos el caso de Olive (Easy A / Se dice de mí). Siente la presión de una mala amiga y miente con que no es virgen. El chisme se deforma y en vez de ignorarlo o pararlo, sigue el juego para ganar dinero y cosas. Se lleva bien con sus padres, aun así no les cuenta todo desde el principio y trata de lidiar con todo ella sola. Decisiones bastante tontas, pero en un adolescente son comprensibles. Les cuesta un poco medir consecuencias y la empatía adulta resulta algo nueva para ellos (pueden buscar sobre el desarrollo psicosocial y cerebral para más información al respecto).

   En fin, por un intento de buena acción Olive termina culpada de contagiar una enfermedad de transmisión sexual y ser odiada por media población estudiantil. Entonces se cansa de la mentira y decide contar todo. Decide que ya no se dejará pisotear y que a los demás no les tiene que importar si es virgen o no, que eso es su intimidad y que estar del lado de las críticas duele. Además, en esta cinta se puede ver que no sólo los adolescentes cometen errores estúpidos: En vez de ir a terapia de parejas o hacer caso a los intentos por convivir de su marido, la psicóloga del colegio opta por ser infiel con uno de sus estudiantes. Algo, lo sabemos, que sucede en la vida real.

   Como hemos ido comprobando, construir un personaje adolescente requiere del mismo cuidado que con otros de distinta edad. No son perfectos y por eso tropiezan con muchas piedras mientras intentan sobrevivir un día más a las vergüenzas y extrañezas de la pubertad. Es más, van a meter la pata seguido de maneras muy tontas y hasta del mismo modo, lo cual es normal a esas edades.

   Un buen ejemplo sobre la diversidad y construcción adecuada sobre adolescentes, son los protagonistas de la película “El club de los cinco” (The breakfast club), quienes parte de su personalidad y quehaceres se les nota en sus ropas, en sus maneras de arreglarse y caminar. Incluso se nota parte de su vida por cómo son dejados en la escuela y qué llevan para almorzar. Cada uno posee, además, sus defectos y virtudes. El carácter contrasta y se ven enfrentados de distintas maneras. El detalle es que hacen más que representar arquetipos:

  A los cinco jóvenes claramente no les gusta estar un sábado en la escuela sin hacer nada, pero sus motivos para estar en detención son diferentes: John se suele meter en problemas debido a que sus padres son abusivos. Tiene incluso marcas de cigarrillos en el cuerpo y es rebelde con la autoridad hasta determinado punto: las amenazas físicas. Andy se ve presionado por ser siempre el número uno en el deporte y su padre le dio un mal consejo, lo cual terminó en que lastimara a un compañero más débil que él.

   Claire se ha escapado de clases para ir de compras. Es hija de padres con dinero que se están divorciando. Es mimada y se ha dejado influenciar y presionar por sus amigos populares, lo cual la hace avergonzarse por ser virgen. Brian es un chico brillante, pero está presionado constantemente por ser perfecto en sus notas. Después de fallar una materia, quiso lastimarse, aunque resultó ser una pistola de bengala que explotó en su casillero. Allison es una chica rara. Una inadaptada que se denomina a sí misma como mitómana, la cual es ignorada por sus padres y llegó a la escuela esa jornada porque "no tenía nada mejor que hacer".

   Sin hablar de lo que los muchachos viven en el día que abarca la cinta ya podemos conocer bastante a los personajes. Son adolescentes que a primera vista son muy diferentes, pero en cuanto dialogan y se conocen más, descubren que todos tienen cosas en común: Son presionados en lo académico o lo social, llevan tensiones con sus padres, quieren espacio para ellos, sentirse felices, rehúyen a cometer los errores de sus mayores, desean sentirse comprendidos, tener amigos y hacer sus vidas sin sentirse miserables. Son personajes bastante humanos en una película que cuenta más entre líneas sobre un grupo de chicos haciendo diabluras y llevando la contraria al profesor que los vigila.

   Ahora, ya que salió el tema de los problemas más allá de sí mismos, hablaremos de estos. Yo sé que, como autores de ficción, muchos disfrutamos maltratar a nuestros personajes con traumas. El gran detalle es la concepción de “madurar temprano es igual a ser definitivamente adulto a los 15”. Aunque determinados eventos y ambientes familiares consiguen hacer que una persona madure antes de tiempo, la persona en cuestión sigue teniendo la edad que tiene. El desarrollo físico no se adelanta sólo porque ha pasado algo malo. El adolescente es adolescente pese a que haya sido forzado a “convertirse” en adulto antes de tiempo. Por dentro sigue necesitando un mentor, cariño, ser cuidado en vez de ser quien siempre cuida.

   La inmadurez sigue presente, incluso si la persona pretende eludirla. Hasta cierto punto, un adolescente sigue siendo niño en determinados aspectos, poco importa que la hayan pasado mal. Necesitan padres o cuidadores que los guíen por un camino correcto donde no sean un peligro para sí mismos ni para nadie. De hecho, el cerebro no se salta etapas, las pone en pausa hasta que encuentra un momento donde vivirla; y, por ello, hay adultos jóvenes que se siguen comportando como adolescentes luego de una adolescencia truncada y no es raro que un adulto después de superar o intentar superar un trauma, de pronto tenga actitudes infantiles. El cerebro está retomando la etapa que quedó colgando.

   Entonces, hablando de que un adolescente por cuestiones ya mencionadas no es un adulto, los traumas que enfrenten y sus reacciones también deben tener sentido y coherencia con sus personalidades, entorno, sociedad y cosas aprendidas.

   Aquí mencionaré diversos ejemplos. Empecemos con Casey (Split / Fragmentado). Esta chica fue abusada por su tío, quien continuó con sus actos abominables luego de que su hermano murió y tomó la custodia de Casey. Es retraída, pero su carácter se ha fortalecido y envalentonado. No lucha de buenas a primeras con las personalidades de Kevin, cosa que sí hacen sus compañeras, sino que intenta obtener información y ganarse cierta confianza para tener más probabilidades de escapar. Ha generado astucia y métodos para evitar ser lastimada más de la cuenta.

   Después de esta parte de la historia, en su secuela, ella se nota con más confianza y en un entorno amoroso. Eso nos da a entender que denunció a su tío y le dieron una familia nueva. Pese a que ya ha rehecho su vida, decide ir por su cuenta a buscar a Kevin y tratar de ayudarlo. Una chica con un temple optimista y carácter amable.

   Seguimos con las hermanas Kate y Anna (My Sister's Keeper / La decisión más difícil). Anna fue engendrada In Vitro para que pudiera ayudar a su hermana enferma. Ambas chicas tienen un largo historial médico de cirugías, transfusiones de sangre, infecciones y donaciones de tejido. Ambas se aman, pero las cosas se tornan cada vez más difíciles. Se enfrentan con sus padres, cada una dependiendo de su postura, pues una ya no será donadora de su hermana y la otra no puede tener una vida normal con sus amigos adolescentes debido a su salud pésima.

   La familia entera se ve afectada por esta situación, lo cual causa que incluso el hermano varón de ellas se meta en problemas por la falta de atención y comprensión.

   La solución final de esta historia reside en que Kate ya está lista para morir y desea dejar de retrasar lo inevitable recibiendo órganos de su hermana. Le pide a Anna que pida independencia médica; a sus padres, que la dejen ir; y se despide feliz con su familia llena de amor. Entonces las vidas de los que quedaron cobran un nuevo sentido, los hermanos que quedaron ahora tienen una nueva perspectiva, pero siguen siendo chicos que necesitan a sus padres y extrañarán a su hermana.

   En una situación sobrenatural y con un desenlace sin esperanza tenemos a Carrie (Carrie). Una madre mal de la cabeza, desconocimiento de los cambios naturales de su cuerpo, bullying y nuevos poderes extraordinarios heredados son el cóctel perfecto para el desastre. Si Carrie hubiera tenido profesores competentes que limitaran el acoso escolar y una cuidadora sana (o al menos que no la viera como la reencarnación de un demonio), las cosas posiblemente no habrían desencadenado en terror. Tendríamos más bien una fantasía.

  Por lo anterior, tomar en cuenta el ambiente de un adolescente es fundamental. La pubertad y los nuevos poderes no son un problema mayúsculo si al lado de la persona hay apoyo externo. Los accidentes causados por el descontrol telequinético pueden ser cómicos y fantásticos en un ambiente decente; mientras que en el mundo de Carrie lleva a la protagonista a descargar sus frustraciones, ira y dolor en una masacre. Lamentablemente, los poderes no son necesarios en este último caso.

    Como último ejemplo de tragedias en adolescentes podemos revisar a Kazuki y Toi (Sarazanmai). Vamos a sacar la parte de fantasía donde ambos terminan convirtiéndose en kappas para luchar contra amenazas. Lo que me interesa es mencionar cómo ambos reaccionan a dos situaciones difíciles.

   Por su lado, Kazuki tiene padres amorosos y un hermano menor que también lo quiere. Su problema es que ya entró en la etapa donde percibe que no encaja, lo cual se agrava porque sabe que no es hijo biológico de sus padres. La verdadera madre de Kazuki lo dio en adopción y el mismo día que la conoció, habiéndose llevado una decepción con ella, su hermano terminó atropellado a causa de un descuido. El chico ahora no puede caminar, pero es feliz y no culpa a Kazuki…, pero Kazuki sí se culpa, vive con culpa, y trata de hacer lo posible por no causar más problemas.

   Por otro lado, Toi perdió a sus padres. Su único cuidador y ejemplo a seguir es su hermano mayor, un delincuente juvenil que se ha metido en la venta de las drogas. Además, carga en la conciencia el haber usado un arma para defenderse a sí mismo. Se mete él mismo a la delincuencia para poder ver a su hermano, pese a que este intenta alejarlo de ese mundo. Actúa a veces como que sabe mucho, que ya tiene suficiente experiencia de vida, pero conforme pasa el tiempo y convive más con Kazuki y Kenta se percata de que hay muchas cosas más allá. Luego mete la pata y decide seguir a su hermano, que se ha metido en problemas más graves; lo cual desencadena en la muerte del mismo.

   Kazuki y Toi, luego de la resolución final de la historia, comprenden que no pueden atarse al pasado. Que si ya hicieron algo, lo que queda es asumir responsabilidades y dejar de culparse, dejar de perseguir imposibles. Entonces aceptan su presente, aceptan quiénes son y, junto su amigo Kenta, optan por un mejor camino donde dejan de ver a su espalda. Maduran, crecen.

   Ahora bien, esos ejemplos mencionados son problemas bastante grandes, pero no todos soportan las mismas cosas. No son menos válidos, sin embargo. Los sentimientos y dificultades de todos deben tratarse con la misma empatía, así que le daré su propio espacio a otras dificultades.

   Estos obstáculos van más allá de los inconvenientes con la aritmética o memorizar los políticos involucrados en un conflicto bélico. Pueden enfrentar trastornos de aprendizaje (dislexia, por ejemplo), ansiedad académica por los exámenes, el ya mencionado bullying, autoestima, frustración, cambios de ideas, nuevas pasiones, crisis en su fe o porque ahora creen en algo distinto que sus padres, fracasos en sus clubes, dificultades con trastornos mentales, y un largo etcétera.

  Varios trastornos se desarrollan (o toman fuerza) en esta etapa de la vida o en la juventud. Respecto a los mentales, con frecuencia se presentan la ansiedad y la depresión, por ejemplificar algunos. Como bien dije antes, el ambiente y la propia personalidad de la persona influye en cómo esta hace frente a su dificultad, sea cual sea.

   En cuanto a la fe, va más allá de creer o no creer en Jehová. Muchos chicos se enfrentan a dudas para luego dejar de creer o más bien creer con más fervor (en lo que sea, incluso lo no religioso), de crecer en ambientes ateos y hacerse creyentes o viceversa, de pasar de una religión a otra (cristianismo, hinduismo, islam, luciferismo, budismo, santería…). De hecho, una persona también puede enfrentar que sea más bien un familiar que crea en algo distinto o posea una corriente política que contrasta con la suya y puede llegar a influenciarlo o no, tanto para bien como para mal.

   Pero hay mucho problema, ¿qué pasa con las cosas buenas? Realmente esto también tiene su especialidad, es que la base de una historia es que haya un problema por resolver, un conflicto. Lo que pasa es que los humanos solemos fijarnos más de la cuenta en lo malo, porque nos arruina lo bueno.

   Un adolescente no es diferente de otras edades en este tema de disfrutar las cosas. O sea, es que lo único que cambia con la edad es la manera, el lugar o los tipos de gusto, y a veces ni eso. Cada quién tiene y necesita aficiones. Algunas cosas duran una etapa, otras se quedan en todas. Repasemos algunas por pincelada para no hacer más largo este asunto.

   Todos tenemos un pasado oscuro: la etapa emo, la fase punk, la vida gótica o el carácter metalero que no puede dejar de decir que odia el reggaeton. Hay gran variedad de las antiguamente (2000) llamadas “tribus urbanas”. Mencioné al principio que en la pubertad la búsqueda de un grupo se hace muy necesaria, pues es lo mismo. Uno se alinea con otras personas porque les gusta el anime, la música, deportes, ciertas películas o series, los libros o, también, por ideologías políticas y creencias espirituales.

   Los pasatiempos pueden convertirse en profesiones, o una aspiración puede pasar a ser un pasatiempo esporádico. Lo vemos con niños que desean ser muchas cosas de adultos, en la adolescencia planean sus opciones y de adultos bien cumplen su plan, o lo cambian por otro completamente distinto. A veces sí se alinea por completo los gustos y pasatiempos iniciales con las aspiraciones a futuro en la profesión. No sería raro que un niño quiera ser doctor, de adolescente aplique para una universidad médica y termine en informática o gastronomía. O algo más radical: licenciados que de pronto quieren tatuar, poner uñas, cortar cabello o depilar. Otros gustan de adolescentes ayudar a sus colegas en alguna materia y terminan siendo profesores.

   Los momentos de estar con ese grupo haciendo lo que apasiona son perfectos para que el lector descanse de tantos conflictos. A su vez, también es funcional para que el personaje muestre su personalidad real, su pasión interna y cómo disfruta de lo que lo hace feliz. Sus metas, parte de  lo que busca a través de la historia. El ocio y tiempo a solas son importantes también para los adolescentes; un personaje que busque esos momentos tiene un punto más a su favor en construcción.

   Incluiré al ocio y los clubs sociales la idea de la responsabilidad. En este momento de la vida debe haber un equilibrio entre los ratos para que los chicos sean chicos y también para que adquieran responsabilidades:

   Ayudar a sus padres con barrer o preparar la comida, conseguir un primer empleo, unirse a un voluntariado, hacer tutorías para compañeros con problemas académicos, ser maestros de escuela dominical (o cualquier otra responsabilidad en su congregación o círculo religioso), e incluso tener proyectos de emprendimiento a corta escala con aspiraciones a crecer, etc. Hay numerosas maneras en las que de forma natural cada persona busca un quehacer, sentirse responsable, útil, óptimo para los que lo rodean y para sí mismos.

   En fin, ya podemos ir terminando. Como vimos, esta edad tiene peculiaridades muy interesantes para explorar en nuestros personajes, así como una gama variada de matices para añadir y redondearlos. No se olviden de que bien pueden añadir más ideas y opiniones en la sección de comentarios, sería buenísimo leer sus propios consejos y sugerencias para este tema.

   Les deseo muchas bendiciones a sus vidas y éxitos en sus proyectos, nos leemos pronto.
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   Atentamente, una beta de por ahí, ¡chao!

   Posdata: Tengo abiertas comisiones de Ilustración y Servicios de corrección literaria. Será un gusto brindar apoyo a sus proyectos.
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   Fuentes de interés:

   Desde la niñez a la vejez: Nuevos desafíos para la comprensión de la sociología de las edades. Varios autores; Coordinadoras: Mariana Paredes, Lucía Monteiro. CLACSO; Asociación Latinoamericana de Sociología; ed. Teseo. 2019. Libro en línea.
   Desarrollo del adolescente: aspectos físicos, psicológicos y sociales. J. L. Iglesias Diz. Pediatría Integral 2013; XVII(2): 88-93. Programa de Formación Continuada en Pediatría Extrahospitalaria. España. Artículo en línea.
   Desarrollo humano. Diane E. Papalia; Gabriela Martorell.
   Estudios psicológicos sobre los actos delincuenciales de adolescentes: Una revisión documental. Sandra Milena Blanquicett Arango. Revista Colombiana de Ciencias Sociales; Vol.3, No. 1 (pp. 156-180), enero-junio, 2012. Medellín. Artículo en línea
   Las ideas equivocadas sobre la depresión infantil y adolescente y su tratamiento. Jesús Sanz, María Paz García-Vera. Clínica y Salud (2020) 31(1) 55-65. Universidad Complutense de Madrid. España. Artículo en línea.
   Los problemas escolares en la adolescencia. P. J. Ruiz Lázaro. Pediatría Integral 2013; XVII(2): 117-127. Programa de Formación Continuada en Pediatría Extrahospitalaria. España. Artículo en línea.
   ¿Cómo escribir adolescentes y niños? Web: J.E.F.S. Escritor.

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