Crear una religión para tu novela

   // Cómo crear una mitología para mi libro

   ¡Hola, mis letritas hermosas!

   Ya había comentado sobre religiones y mitologías aspectos generales y algunas reflexiones para tomar en cuenta al momento de crear este factor en una sociedad para nuestras historias. Ahora vengo a enlistar y comentar componentes para modelar dogmas y credos en nuestros mundos. Claro, no digo que deban poner todo esto en sus libros, pero sí tomar elementos clave para que tenga concordancia con lo que escriben y formulan a través de la religiosidad de sus mundos.

   Para empezar, y antes que todo, debo recordar que crear una religión o modificar una ya existente no requiere tanto de realismo per se, sino de verosimilitud dentro de la obra. Podemos decir que la divinidad principal y verdadera de nuestros protagonistas es un hacha de cristal con alas o cualquier cosa extraña y será válido siempre y cuando el entorno mitológico detrás del hacha tenga sentido y consiga poseer elementos inherentes a la sacralidad. Un culto, un origen, una función del hacha, normas, dogmas, pensamientos, etc. Todo bien ordenado con sus propias reglas y coherente para el mundo en cuestión.

Una iglesia católica con las bancas bien alineadas, ventanas con ventanales de colores, el altar dispuesto y candelabros y velas para iluminar.

   >> Cosmogonía.

   Esta palabra etimológicamente significa “el nacimiento del mundo”/ “el nacimiento del universo”. Entonces, empecemos desde el comienzo: ¿cómo surge el cosmos en el mundo a crear? No tiene que ser un esquema que ponga pausa a la narración por diez páginas, un compendio basta. De dónde viene la materia y la energía más sutil.

   En diversas cosmogonías el universo surgió de una o varias entidades, ya sea específicas o abstractas. Para los mexicas son la pareja dual Ometecuhtli y Omecíhuatl quienes dan germen a todo y a otras entidades con poder creacional. Para varias generaciones de helenos fueron Caos, Eros y Gea quienes estuvieron primero, Caos y Gea siendo espacios desordenados y Eros una fuerza.

   De la nada no sale nada, así que debe haber una o varias entidades creadoras o de quienes derive el cosmos. Puede ser que una entidad se encargue de cada elemento formado por categorías o por niveles: una entidad crea ciertos elementos, otra entidad complementa el espacio y otra modifica o continúa creando. Las posibilidades son diversas.

   >> Dioses de adoración.

   Lo anterior me lleva a hablar estrechamente de qué identidades serán motivo de adoración y galantes de semejante poder. Estos pueden ser espíritus que la mente humana no puede terminar de establecerlos por su limitada condición, o seres antropomorfos, animales e híbridos. En otros casos, podemos partir de personas extraordinarias o con un puesto especial en la sociedad que acaban por ser divinizados o tomar una divinidad (como los reyes que se hacen a sí mismos descendientes de alguna deidad).

         > Monoteísmo.

   Un sólo dios como entidad omnisciente (todo lo sabe) y omnipotente (todo lo puede) es una concepción que incluso filósofos griegos consideraron posible, como Jenófanes o Platón. Aparte de los judíos, musulmanes y cristianos (los credos monoteístas más conocidos), tribus como los masais creen también en un único dios, para ellos es Ngai. En este caso una sola divinidad se encarga de crear, modelar y regir.

   Una entidad sola existe por sí misma, es decir, nadie la creó. Siempre existió o se creó por su propia y sola voluntad.

         > Politeísmo.

   A partir de esta concepción de varios dioses se pueden obtener otras dinámicas. Ya sea que las entidades creadoras se mantengan vigentes siempre o que de estas nazcan más y creen un panteón de generaciones de dioses con diferentes cualidades y atributos.

   Cuando se da el caso de pasar la batuta se suele mantener el número de dioses antes y después (los números, recordemos, son importantes para los humanos y siempre han simbolizado diferentes significados). Para el compuesto griego fueron doce titanes y luego doce olímpicos: seis hijos de Cronos y otros cinco hijos de estos, más Afrodita, quien nació de los genitales de Urano al caer estos al mar. Para los etruscos había tres dioses que tenían el mayor poder sobre los demás: Tinia, Uni y Menrva; lo que equivalía a la potencia romana de Júpiter, Juno y Minerva, pese a que los creyentes no dejaban de lado el culto a otros dioses y a sus ancestros.

   No necesariamente los dioses producen dioses tal cual y no siempre lo hacen en pareja. De vez en cuando un sólo dios es tanto hembra como macho, a veces le basta simplemente su poder creacional: Hera creó por sí misma a Hefesto (Gea hizo lo mismo con Urano) y Atum hizo una auto-felación para crear a sus hijos y por ello es único bisabuelo de Osiris, Isis y Seth. En otros casos diferentes respecto a deidades, una pareja de dioses puede dar origen a determinada cantidad de espíritus o elementos: Océano y Tetis crearon a las oceánidas, que son los ríos.

   Respecto a funciones. Sucede que cuando hay muchos dioses pueden suceder diferentes cosas: cada uno tiene una especificidad única; cada generación adopta o hereda cualidades: Apollo y Artemisa también son dioses solar y lunar pese a la ya existencia de Helios y Selene. Incluso si hay un nuevo regente de cierto dominio, pueden coexistir diferentes dioses con la misma característica: Vichama, Illapa, Huari son tres dioses de la guerra. Otra variante es que los mismos dioses tengan reencarnaciones o encarnaciones de sí mismos: en la religión hinduista sucede a menudo: Shiva, Brahma y Vishnu poseen distintas formas y han tenido varios “avatares”. Satí, diosa de la felicidad marital, murió suicidada para luego volver como Parvati.

   Las especificidades de los dioses pueden ser reducidas al ámbito creacional: elementos, fenómenos naturales, y criaturas de la naturaleza. O bien pueden abarcar acciones, emociones y demás factores abstractos: dioses de la guerra, del maíz, de las lluvias, de la ira, la venganza, el comercio, abundancia de la tierra y abundancia para tener hijos, etc. Y de manera muy común en religiones politeístas, los dioses pueden ser regentes de más de una cualidad, ya esté asociada o no: Shangó es rector de la justicia, los rayos, el trueno y el fuego; Ama no Uzume es diosa de la felicidad, la fertilidad y la danza.

         > Carácter de los dioses.

   Una cuestión de suma importancia es si los dioses que vayamos a crear contendrán su majestad sobre humana o si sufrirán de los vicios propios de estos: Seth por malicia asesinó a su hermano; Zeus es adúltero; Kali Zakra y Dvapara hicieron que el rey Nala cayera en desgracia por el despecho de que la princesa Damayanti lo escogió como marido y no a un dios (los otros dioses, pese al rechazo, se alegraron por la destacada mujer y bendijeron el matrimonio con intenciones buenas y actitud excelsa).

   En otros casos, Jehová castiga con dureza la maldad y premia la justicia, así bien es compasivo y amoroso con su creación, de modo que permite muchas oportunidades para que se rediman de su mal. Hay divinidades que se mantienen calladas y alejadas sin que se sepa dónde se encuentran, como Ngai, pero que aún proporcionan beneficios a su creación; en su caso, todos los recursos que su creación necesita para vivir.

         > Animismo.

   El animismo puede convivir con el politeísmo o mantenerse con la sola concepción de que cada objeto y elemento natural posee un alma o conciencia propia. En los credos animistas (pues son diversas variantes y corrientes) los espíritus pueden migrar a otros cuerpos después de muerto o destruido el suyo, así como también mantenerse en un plano espiritual diferente donde sigue consciente y por ello es que los vivos deben o quieren rendirles honores (como los rituales gut en Corea del Sur que ofrecen, según sus ceremonias, purificar a los fallecidos, abrirles el paso a la tierra de los muertos o traer prosperidad por honrar a los antepasados). A veces se trata de pedirles permisos a los espíritus (cuando se hace obtención de algún recurso natural, hay quienes solicitan autorización o reverencia).

         > Semidioses y monstruos.

   Si en nuestras obras incluiremos la unión de dioses con otros dioses o con humanos, entonces tendremos que tomar en cuenta la división entre humano y semidiós. Los semidioses poseen generalmente características especiales y superiores a la humana: fuerza extraordinaria, gran intelecto, belleza espléndida, les es fácil destacar en talentos (esto también ocurre con héroes de estirpe noble y probablemente con un antepasado divino). El semidiós Maui, por ejemplo, fue capaz de usar estratagemas para retener al sol y conseguir que los días fueran más largos.

   El caso de los monstruos (seres de aspecto terrible) está en este apartado porque variedad de monstruos son divinos de cepa y poseen sus propias funciones. Otros, en cambio, pueden ser el resultado de una unión monstruosa. Ammyt, básicamente una diosa triforme de cabeza cocodrilo, cuerpo leona y patas traseras de hipopótamo; y está al servicio de los otros dioses del inframundo devorando el corazón de los injustos. En cambio, Caribdis es un monstruo hija de Poseidón y Gea (o en otra versión una doncella castigada por su glotonería y robo de bueyes). Otros monstruos pueden generar monstruos, como Equidna y Tifaón a Cerberos.

         > Otras creaciones.

   Sucede en ocasiones que pasando por generaciones o creaciones, ya los nacidos no son dioses en sí. Por ejemplo, las ninfas son hijas de dioses y estas mismas pueden tener hijos de diferente categoría. Tal es el caso de Narciso, mortal, quien es fruto de la unión de la ninfa Liríope y del dios fluvial Cefiso.

         > Guerras entre dioses.

   A través de diversas mitologías podemos encontrar disputas, ya sean criaturas creadas por los dioses o entre generaciones de dioses. Puede ser entre familiares como Seth contra Osiris o entre generaciones como la titanomaquia griega, en nuestros mundos puede existir un conflicto más allá de lo humano. En la mitología nórdica el Ragnarok acaba con la mayor cantidad de dioses y humanos, de modo que los pocos que sobreviven heredan y dan inicio a un nuevo ciclo de vida. A alguien incluso se le ocurrió que un semidiós pudo matar dioses: En “God of War” Kratos asesinó a Zeus en venganza.

   Claro, no es necesario expresar una escena llena de drama y acción sobre un conflicto bélico entre dioses o dioses contra monstruos. Simplemente son cosas presentes en la religiosidad y cabe la posibilidad de añadirlo a una historia.

Serie de dioses de diversas religiones. Un collage con dioses egipcios en un ritual fúnebre, una pareja de dioses japoneses peleando, personas o dioses incas celebrando al sol, y dioses hindues charlando amigablemente.
Dioses egipcios arriba, a la izquierda japoneses, derecha superior incas y derecha inferior hindúes.

   >> Interacción divinidades-humanos.

   Pasemos a distinguir si el dios o los dioses se relacionan entre sí como personajes o hay una separación distinguible. Y con separación distinguible me refiero a un elemento físico como el Monte Olimpo; o un plano espiritual distinto en el cual los dioses se vuelven invisibles a los humanos a menos que la situación lo amerite, como con los dioses hinduistas o las corrientes animistas.

   En este sentido los dioses pueden ser creadores de humanos y permanecer alejados, o ser sus amigos: Prometeo es el benefactor que dio ciencia y fuego a los humanos. También es posible que la honra de los humanos deba ser una obligación para no sufrir venganzas, tal es el caso de, por ejemplo, los ritos romanos hacia los manes (difuntos familiares) y penates (dioses de la despensa), los cuales, si no se realizaban, estos espíritus podían traer problemas a la familia como castigo. Entre corrientes wiccanas, no pedir permiso o proceder mal en la utilización de elementos es equivalente a una falta de respeto hacia espíritus de dicho elemento.

         > Hierofanías.

   Manifestaciones del dios o los dioses a través de cosas u otros humanos. Se trata del acto de manifestación de lo sagrado; de modo que si un objeto o acto se vuelven hierofánicos cuando participan en una realidad que les trasciende (lo sagrado, lo religioso, lo no-profano).

   El que una pitonisa reciba visiones por medio de la adivinación que precede Apolo, es una hierofanía. Del mismo modo, ocurre lo mismo si a través de un humano el dios haga presencia de su poder como los faraones considerados encarnaciones o diversos emperadores occidentales y orientales considerados descendientes de un dios. Lo es también que una muñeca sea utilizada en una ceremonia vudú o una piedra haya recibido una manifestación divina (que le caiga un rayo del dios de la tormenta, por ejemplo). Imágenes sacras en roca o la influencia a partir de un elemento (la fertilidad de una mujer luego de rogar descendencia a la luna) son demostraciones también.

         > Teofanías.

   Esta manifestación de los dioses también es una hierofanía, pero decidí ponerla por aparte para explicarme mejor. En este ámbito los dioses aparecen frente a los humanos en su forma real o bajo una figura representativa. Las voces entran en este aspecto, pero prefiero especificar otros: Krishna se mostró en su figura real al guerrero Arjuna; la princesa Savitrí agradó a los dioses de tal manera que pudo ver y conversar con el dios de la muerte Yama; Zeus tomaba distintas formas animales o elementales para acercarse a humanos y en la guerra de Troya diversos dioses tomaron partido directamente en el conflicto, ya sea peleando o apoyando a sus favoritos.

         > Libros sagrados.

   No necesariamente las religiones tienen libros sagrados. De hecho, por lo general no tienen manuales. Uno bien conocido es la Biblia, con un recuento de la historia judía, personas que agradaron o desagradaron a Dios, profecías de Jesús, la propia misión de él y otras profecías del porvenir. No obstante, existen otros manuales como los Vedas y Upanishad para los hinduistas, que contienen un recuento de los dioses y detalles sobre el honor de vida (dharma). En otras corrientes religiosas, por ejemplo, cada quien lleva su recuento como sucede con algunos grupos de brujos, en cuyos libros adjuntan su propio conocimiento espiritual.

         > Sacerdotes y ceremonias.

   Resulta casi obvio este apartado, pero la verdad es que pienso que debe tener tanta consideración como formular cantidad y tipos de dioses. Los sacerdotes (y todo lo que se asemeje) son importantes en cuanto deben ser estudiados de los dogmas de su religión. Son encargados de dirigir ceremonias, establecer orden y de resolver preguntas de los nuevos devotos. No sólo se trata de indumentaria (a veces no es requerida), sino de un estilo de vida, una herencia, un llamado del propio dios o una escogencia del grupo de creyentes en cuestión.

   En cuanto a las ceremonias o rituales (un rito es algo que se repite de manera formulaica) podemos decir que resulta necesario tener un esbozo de cómo son estos, en caso de que los personajes sean devotos o la parte espiritual esté muy presente. Esto porque depende mucho de la religión utilizar apoyo de materiales como velas, inciensos, altares, libros sagrados y otros artefactos. En ocasiones sólo basta el creyente y los mandatos divinos: en el caso cristiano evangélico la Biblia es suficiente por ser la Palabra de Dios; distinto del cristianismo católico, donde las imágenes son también relevantes y usan rosarios, elemento también presente en el budismo, hinduismo y sijismo.

   Incluso no necesariamente deba ser sobre un ritual como una misa o una sesión de magia. El cómo una persona o personaje lleve su vida acorde a su religión es necesario para modelar esta parte de su ser. Oraciones, cantos, tipos de alabanza, que si hace sacrificios o no, qué cosas considera que está mal o bien y cómo se apoya o recibe el apoyo de sus dioses son detalles que dan credibilidad a un personaje devoto. Las fechas importantes de celebración caben en estas consideraciones.

   Además, ¿de qué manera influye la religión en las festividades humanas? En el Islam hay fiesta y oración cuando un bebé nace y recibe su nombre. Muchas religiones celebran los matrimonios con ceremonias específicas y actos a dioses: los cantos a Himeneo, por ejemplo; o las henas detalladas y pensadas en India. Los funerales, cumpleaños y otras fechas pueden contener o no un influjo religioso.

   En cuanto a la apertura del culto, ¿acaso está nueva religión creada será para todo aquel que quiera creer y en sus cultos puede participar el que esté dispuesto? ¿O será mistérica y sólo los iniciados pueden saber qué ocurre de puertas para dentro como en los Cultos Eleusinos o la Masonería?

   >> Simbología.

   Ya sea para cada dios, para el conjunto de dioses o para el único dios, es claro que en la historia siempre ha habido símbolos de todo tipo dentro y fuera de la religión. Ya sea porque el propio dios da los símbolos (al transformarse o manifestar poder) o por la propia relación que proporcionan los humanos, las señas e imágenes relativas a los dioses pueden ser numerosas: animales, plantas, cosechas, objetos.

   Así, podemos recordar el escarabajo pelotero para el dios Jepri o el pavo real para Hera. Incluso pueden ser varios, en el caso de Astarté, cuya simbología engloba al león, la paloma, el caballo y la esfinge. Los discos suelen ser símbolos de dioses solares o lunares. El dios principal de los tlaxcaltecas era Camaxtli y también era de la caza y la guerra, lo cual evidencia el por qué en sus representaciones llevaba en una de sus manos arco y flechas.

   Los símbolos pueden señalar que un espacio es un altar o santuario, como la presencia de determinados inciensos o la colocación específica de velas. En el caso del sintoísmo, el torii es un arco arquitectónico tradicional que limita lo que es profano y lo que es espacio sagrado.

   >> Dones en humanos.

   Resulta interesante cuando los protagonistas de una historia hacen magia o poseen cualidades asombrosas dadas por los dioses, servidores de dioses o por nacimiento a partir de algún incidente inicial: magia heredada, especies alternas como los cambiaformas o corrompimiento de mandatos divinos que convierten a quien cometió el prejuicio, y muchas veces su descendencia, en monstruos o malditos.

         > Adivinos.

   Entran en categoría profetas por gracia de un dios (Elías fue profeta escogido por Jehová, quien hizo cosas grandes por medio suyo), videntes por dones dados después del nacimiento (Tiresias por la compasión de Zeus a su ceguera; Casandra por el despecho de Apolo), o por medios rituales (pitonisas a través de interpretaciones naturales o bajo furor divino).

         > Mancias.

   Esto resume la cantidad variada de modalidades de interpretación para las señales del futuro o de los dioses. Los augures en Roma presagiaban los resultados de una batalla,el clima benigno para navegar o el destino de ciertas personas interpretando el vuelo de las aves, la posición en la que caían los huesos de los pollos o leyendo el fuego (piromancia).

   Otras interpretaciones son lecturas hacia una parte del cuerpo (la mano en la quiromancia), lecturas a objetos preestablecidos para ello (cartas de tarot) o la consulta a otros seres como la necromancia (reanimar un muerto para preguntar por cosas futuras).

   Cabe señalar, sería ideal establecer si estas prácticas son bien vistas por los dioses o si son transgresoras. En el caso de que claramente el don sea recibido por la divinidad es obvio que hay conclusión positiva, en las otras prácticas bien puede tratarse de una rebeldía o cuestión de los dioses de culto que no son los principales (división de dioses benignos, neutrales y malignos).

         > Magia.

   Aunado a lo que dije sobre qué prácticas están bien recibidas por las divinidades, se encuentra la magia. Es posible también interpretarla dentro de la obra como si lo que importa son los propósitos de quien la ejerce o si siempre es mala aunque tenga buenas intenciones.

   Existen distintos tipos de magia que bien pueden relacionarse a los dioses o ir en otra dirección. Para los navajos, los skinwalkers son brujos malintencionados y peligrosos. Entre varias corrientes religiosas ha existido y existen los rituales de sacrificio (tanto vegetal como animal y humano): sacrificios cruentos de los olmecas y los teotihuacanos, por ejemplo, o las primicias de cosecha a diversos dioses de la agricultura.

   Sea cual sea la magia y sus usuarios, debe haber coherencia dentro de la misma, de modo que para establecerla debemos tener reglas internas que perfilen cómo es la magia.

Ilustración que muestra a un polinesio (el semidiós Maui) entre montañas sosteniendo con una soga al sol, quien está enojado.
El semidiós Maui (Polinesia) reteniendo al sol.

   >> De dónde vienen y para dónde van las almas.

   Un aspecto bastante importante es qué pasa con la conciencia o espíritu de los seres vivos cuando sus cuerpos pierden su vitalidad. En el cristianismo las almas son puestas a descansar hasta el juicio final donde unos irán con Dios y otros quedarán apartados. En el sijismo, otra religión monoteísta, las almas reencarnan hasta ser por completo purificadas y unirse al dios primordial. La reencarnación en el hinduísmo abarca incluso animales y es debido a las acciones de las personas (karma) que escalan de posición al reencarnar hasta por fin ser liberados de ese “vagabundeo”.

   Para saber a dónde termina el alma, también hay que saber de dónde viene. Sea una fuente principal, un dios o energía primordial, o un pozo de almas como con el Hades. En otros casos es considerado que el alma se desintegra junto con el cuerpo, o son separados los justos y valerosos de los injustos: los dioses egipcios lo hacen mediante el pesaje del corazón del fallecido. Algunas almas se quedan como los ya mencionados manes o son capaces de regresar bajo determinadas circunstancias como en la tradición de “Día de Muertos” mexicana o el “Samhain” para los druidas.

   >> Otros espíritus.

   Y como los humanos no somos las únicas criaturas, hablemos de otras creaciones o espíritus que pueden poblar también nuestros mundos literarios.

         > Huestes divinas y cortejos.

   Aquí me refiero a los servidores directos de los dioses o acompañantes. Los serafines son espíritus que están al lado de Jehová alabándolo, pues son también creación suya, y tienen su propio lugar y función al igual que otros tipos de ángeles. En la mitología griega Afrodita tiene un cortejo de diosas que suelen acompañarla: las tres Gracias: Aglaya, Eufrósine y Talia; del mismo modo Eros e Hímero desde su nacimiento. Amaterasu tenía sus propias ayudantes, doncellas hermosas, en su hilandería sagrada.

         > Renegados o echados.

   Hay espíritus que no hacen el bien y transgreden las normas establecidas por el dios o dioses. El dios Momo (burla, sarcasmo) fue echado del Olimpo por burlarse, entre otros, de Afrodita. Otros espíritus, bestias o dioses entran en conflicto con otros más poderosos y deciden hacerle daño a los humanos o a otros dioses (o lo hacen porque su naturaleza es pendenciera y agresiva). Los yinn (genios arábigos) pueden escoger si ser benignos o malignos (al permear la religión islámica, empezó a haber una concepción en la cual los genios, ya que también serían criaturas creadas por Alá, podrían servir con bondad o con maldad. Lo mismo con los efrits, quienes pueden ser malvados o musulmanes).

         > Espíritus de la naturaleza.

   Esta categoría se encuentra muy ligada a las religiones animistas. Aquí un árbol tiene la misma relevancia de conciencia que un humano. Ciertos grupos consideran nombres o división entre los espíritus elementales, de modo que: “gnomos” para la tierra, “ondinas” para el agua, “sílfides” y “silfos” para el aire y “salamandras” para el fuego. Pueden ser invisibles al ojo humano y en ocasiones aparecer por medio de objetos especiales, horas o rituales: se cree que viendo a través de piedras con agujeros naturales es posible presenciar la figura de las hadas o ingresar/tener contacto con el espacio espiritual de seres feéricos en cruces de caminos a ciertas horas de la jornada.

         > Leyendas y folclor.

   Este caso incluye otros aspectos que pueden ser religiosos o simplemente sobrenaturales pertenecientes a la cultura popular. Cuentos de pueblos, leyendas (que pueden ser ciertas, distorsionadas o inventos para asustar). Hay leyendas que se extienden por más de una región como “la llorona ” en varios países latinos y regionales como el “mico malo” costarricense.

   Las leyendas en el folclor de cada nación enriquecen su cultura y, como bien ya vimos, pueden abarcar espíritus vengativos, o transformados con buenas y malas intenciones como los yokais. Otros son similares a espíritus híbridos de humano-animal que ocasionan problemas como las lamias vascas. Numerosas historias contienen los típicos mitos urbanos (los cuales en ocasiones resultan ser algo verdaderos) sobre edificios embrujados, casas abandonadas por un crimen o porque fueron construidos sobre un cementerio. Tanto las personas como los personajes tienen sus reacciones de miedo, fascinación o incredulidad hacia estas creencias y cuentos.

   >> Modificando una religión existente.

   Y ya para cerrar. Estas consideraciones también sirven para construir una religión ficticia mediante el uso de una ya existente. Siempre que sea con respeto y sin polarizar a los personajes respecto a su credo, las cosas pueden resultar fabulosas.

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   De este modo hemos llegado al final de esta entrada. Me sacó canas verdes ordenar todo lo que quería puntualizar y consultar información extra, pero creo que valió la pena y les podrá ayudar a más de uno de ustedes con sus proyectos.

   En fin. Cuéntenme, ¿han fabricado religiones en sus escritos o utilizado ya existentes? ¿Añadirían algo más a esta información?

   No olviden compartir y recomendar. También pueden apoyarme económicamente invitándome a un cafecito.

   Atentamente, una beta de por ahi, ¡chao!
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   Fuentes de interés:
   Cómo crear religiones dentro de tu novela de fantasía (Parte I). Web: Escribiendo Fantasías | El blog de Mark Nitram.
   Diccionario de los símbolos. Jean Chevalier y Alain Gheerbrant. [1969]
   Diccionario de símbolos. Juan Eduardo Cirlot. Ed. Labor. [España, 1992]
   El hombre y sus símbolos. Carl G.Jung. Ed. Paidós. [España, 1995]
   El mito de la diosa. Baring Anne y Cashford Jules; Ed. Siruela [España, 1991].
   El mito y el hombre. Roger Caillois. Ed. SUR. [Argentina, 1939]
   Hablemos de mitologías (.com)
   Lo sagrado y lo profano. Mircea Eliade. Ed. Guadarrama/ Punto Omega. [1981]
   Tratado de Historia de las religiones. Mircea Eliade; Ed. Era [México, 1979].
   ¿Qué dioses dominan tu mundo de fantasía? Web: Mitología y literatura fantástica | Tatiana Herrero.

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