El mundo apocalíptico y post-apocalíptico

   ¡Hola, letritas hermosas!

   Los universos distópicos generan bastante de qué hablar, si no los aman, los odian. A mí me gustan, de hecho, pero no significa que a veces me den ganas de darme contra la pared porque el mundo hecho se ha vuelto un desastre sin la mínima posibilidad de recuperarse. O sea, lo entiendo, es algo que no se desea, ¿pero las tierras áridas, la desolación y la falta de gente son la única manera de sufrir un mundo terrible? He aquí, nuevas quejas y opciones de mundos en camino a la destrucción o saliendo de una hecatombe.


   Primero que nada, para sobrevivir no siempre se necesitan solamente armas de fuego y cuchillos. Si le damos una revisada a los protocolos de emergencia de cada país nos daremos cuenta de que nuestras mochilas para huir deberán tener principalmente comida, artículos para la salud y herramientas para refugio. Sí, es importante algún artilugio de defensa personal, pero no será lo primero a empacar.

   Así que, ¿por qué los protas suelen ser expertos para correr y pelear con criminales o zombies? ¿Por qué necesariamente tienen que crear equipos especializados para matar mutantes agresivos o proteger la ciudad de… algo? Casi suena ilógico (no negaré que existen los golpes de suerte y el hecho de encontrar a los militares o policías para recibir ayuda). Prepararse hasta para un terremoto ya lleva su nivel de complejidad. ¿Y pretenden que los menos preparados sean los que sobrevivan? O sea, son los frikis con costumbres de preparación los que tienen más chance de formar un equipo de sobrevivencia y salvarle el trasero a los que puedan.

   Pero, en todo caso, digamos que nuestros protas tenían conocimiento básico de supervivencia y un poco de suerte en el desastre que sea. ¿Qué clase de futuro es este y qué tipo de desastre es? Porque hay muchos escenarios para imaginarse; incluso, el tipo de desastre ayuda a crear la posdestrucción y el grado de daños, así como cantidad de víctimas mortales.

   Esto último me suele incomodar por un motivo insignificante y denso: murió mucha gente, ¿dónde están los cadáveres? No hay quien los entierre, la peste y la contaminación deberían ser brutales; a menos que se basen en esta realidad y los gobiernos tengan a disposición cajones de entierro para cuatro personas, dudo mucho que los personajes logren sobrevivir con millones de cadáveres desintegrándose a plena luz del sol. Lo cual me lleva a plantear las plagas de animales alimentándose o muriéndose por esto. El desequilibrio ecológico debería ser fatal, pero todo se resuelve en todos se murieron y nos volvimos salvajes. Eso o “un gobierno se implantó y nos tiene en una dictadura”.

   A ver, sí, sé que tenemos eso de una manera un poquitín más disimulada, pero el control de masas no funciona con poner un pseudocoliseo romano. Los gobiernos prefieren gobernar y cuando tienen que matar, lo hacen sin poner a adolescentes con trampas mortíferas. Sólo se divierten con gente, o niños, que luego desechan como si nada; a las masas las destruye modificando el clima, provocando incendios y cometiendo atentados de falsa bandera.

   Ojo. Tampoco digo cómo tienen que ser sus distopías, pero sí sugiero que analicen un poco más los funcionamientos de tales gobiernos y cómo funciona la política tanto en la antigüedad como ahora. Los sistemas de control variarían del método de destrucción y de qué tan culpable es un gobierno de la destrucción masiva. En añadidura, los villanos (o antagonistas) no tienen que ser los más malvados de los malvados; o sea, es que la mayoría de degenerados no tienen una cara que uno calificaría de “degenerada”. Siendo una obra de ficción, ¿por qué no darle carisma a estos políticos criminales?

   Procedo a comentar posibles maneras de echar un mundo a perder (de manera breve, sólo me estoy quejando de tópicos repetitivos y resaltando que hay más posibilidades):

   Una guerra mundial no tiene que ser bélica y llena de sangre explícita. Las armas químicas y biológicas existen desde hace años y se han estado utilizando por activa y por pasiva. El control digital es algo que ya vemos con sólo que existan cosas que no podamos hacer sin dar todos nuestros datos personales y las redes sociales cuentan con reconocimiento facial extremadamente preciso. ¿Recuerdan la idea del Gran Hermano? Las cosas no son tan descabelladas.

   Si les gusta la destrucción masiva diré que no sólo existen las bombas nucleares. Y paréntesis: las bombas de este tipo traen consigo radiación y un posible invierno nuclear si a todas las potencias se les ocurre descargar su arsenal. La tecnología puede ser de distinto tipo como lo son los controles de clima y las simples ganas no ayudar un país vulnerable.

   Estaba pensando en que puede ocurrir un apagón mundial, sea por efecto humano o porque de pronto el Sol envió una bonita llamarada que nos dañó los sistemas de tal tecnología. Imagínense que incluso a los sistemas de energía limpia les costaría reponerse y definitivamente todos los servicios se cortarían. La sociedad actual funciona con electricidad y distintos tipos de redes y conexiones ¿cómo la gente reaccionaría? Es más, el sólo pensar de qué manera la población debiera volver a aprender a conectarse y a funcionar me atiborra de preguntas y posibilidades.

   O digamos que la culpa la tiene nuestra estrella que se las ingenió para dejar de calentar como antes. Eso o nuestra órbita se descarriló y tomamos distancia por… motivos. No sé ustedes, pero imaginarme que de pronto empiece nevar hasta en el trópico me inquieta. Y sí, el planeta por sí mismo tiene ciclos de temperatura y cambios, pero aquí el factor sería externo y a una velocidad más alta que la de su capacidad de adaptación.

   Esto me lleva a las catástrofes naturales. El planeta es muy joven y una cadena de fallas y volcanes activas y repletas de energía para liberar cada cierta cantidad de décadas. De vez en cuando hay volcanes que explotan en vez de realizar simples erupciones. ¿Qué tal si lo elevamos a la quinta potencia y de pronto a todos se les antoja arrojar ceniza, fuego y lava como si no hubiera un mañana? O si de pronto el agua se volviera ácida, yo qué sé, la Tierra tiene material para construirse paisajes súper bonitos y al mismo tiempo para parecer el lugar del que quisiéramos huir a la luna.

   No volveré a quejarme de los virus mortales, pero sí quisiera aclarar algo que considero importante:

   La epidemia se define como un aumento, por lo general rápido, en el número de casos de una enfermedad superior a lo que se espera normalmente para la población afectada en determinada área. Es común que se referencia a una epidemia con origen infeccioso y producido por patógenos; sin embargo, también es posible clasificar como epidemias a enfermedades no infecciosas. La obesidad y la diabetes en determinadas sociedades llevan esta categoría.

   Una pandemia se trata de la propagación de una nueva enfermedad a nivel mundial. Cabe aclarar, que ninguna de las dos necesariamente se refieren a enfermedades mortales; incluso si a veces se usa pandemia como sinónimo de gran mortalidad (que no lo es, de hecho).

   La endemia se refiere a una enfermedad que afecta a determinado país o región de manera habitual o en ciertas épocas periódicamente. No necesariamente se trata de enfermedades mortales ni graves; incluso puede volverse algo común y completamente tratable en dicha población por sus elementos genéticos o culturales.


   Ahora, pensemos un momento en que los ecosistemas funcionan ayudándose entre sí. Que una especie se introduzca, desaparezca o deje de reproducirse como antes (aumento o disminución de especímenes) puede causar estragos. Animales como las abejas o las hormigas son súper chiquitas, pero tienen una labor increíblemente importante en mantener el equilibrio. Inclusive la presencia o ausencia del ganado en determinados ambientes pueden ayudar o destruir dicha zona. Las especies vegetales funcionan en conjunto entre las mismas y con los animales y tampoco voy a detallar porque esta entrada es únicamente para dar ideas.

   El apocalipsis bíblico es curioso, casi siempre lo exageran o lo malinterpretan. En plan, como si toda la profecía fuera a ocurrir de golpe en un día. Siguiendo el hilo de los demás profetas, las cosas llevan su tiempo y en orden (y la propia Biblia pone tiempos). Así que podemos explorar dos opciones: un apocalipsis racional e igual de imponente, y uno exagerado donde el golpe es contundente y rápido.

   Imagínense a un grupo de diferentes credos tratando de sobrevivir y aceptar lo que está pasando, que una parte de la población ya se fue al Reino de los Cielos porque Dios se los ha llevado y quién sabe qué tendrán que soportar. Me gustaría un personaje ateo que no tenga que blasfemar para sentirse bien con su no-creencia; en serio, están muy vistos los intelectuales que se burlan de todo el mundo y realmente no todos los ateos son de esa manera. Hagamos personajes más complejos e interesantes, con sus dudas y arrepentimientos; que en vez de soltar insultos al cielo, decida que mínimo luchará por sobrevivir al mundo convulso en el que ahora vive.

   Y, de hecho, ¿saben qué se me hace curioso y casi molesto por el hueco que deja? La espiritualidad en su totalidad queda siempre en el olvido en estos mundos de desolación. ¿En serio ni los que gobiernan tienen un credo? ¿Religiones, mitologías, profecías, nada? ¿Nadie se aferrará a sus dioses, santos, espíritus ni nada? Es que el humano es más que cuerpo; que se olvide por completo algo que ha acompañado a las civilizaciones durante milenios por un evento catastrófico más me parece de lo más ilógico y absurdo, no tiene sentido.

   En añadidura, incluso si la ciencia y la tecnología se impone por encima de todo, igual tendríamos otra religión. Los científicos dictarían las cosas en las que deberían creerse y un gabinete de nuevos presidentes crearían los dogmas y reglas. El científico puede decir y presentar sus estudios y la gente le creería por ser científico, le tendría fe ciega sin importar nada; porque incluso si alguien llega a decir que hay un hueco en las afirmaciones y que los estudios son falsos, la gente apoyaría todavía a los científicos y dirían que el otro es un rebelde, un traidor y blasfemo.

   Pero seguiré. Me gusta la idea de un meteorito tipo los que le dejaron un cráter enorme a la luna y uno que mató a muchos animales hace millones de años. Si vuelve a pasar, claramente muchos morirían, pero al mismo tiempo aún habrían ciertos animales y plantas y humanos en zonas menos afectadas o preparadas para el desastre. Saber qué cambios presentaría la Tierra con ese impacto sería de lo más interesante porque la vida debería acomodarse al nuevo entorno y crear nuevas formas de convivir y relacionarse.

   No quería mencionar a los zombies, pero son tan comunes y cada vez más probables que lo incluiré. Aquí recomiendo de inspiración las películas de cine alternativo o las que definitivamente no se hicieron en Hollywood. Nos dan muchas más perspectivas acerca del origen del virus, los comportamientos de los zombies y diferentes enfoques y vidas de los personajes. Por ejemplo, yo sé que tendría un chance con los bichos de “The Walking Death” porque son lentos y uno se puede camuflar si huele a muerto. Pero los de “Train to Busan” me matarían porque esos carajos corren demasiado rápido y con ver a un vivo se le abalanzan en manada. En “28 días después” los zombies son fuertes, pero mínimo se tiene chance y se mueren de hambre; cosa inusual.

  Para enfocar personajes no necesariamente tengan que salir a matar bichos, “La nuit a dévoré le monde” muestra cómo es la soledad de un sobreviviente que tuvo suerte para no ser comido o contagiado, pero no la suficiente para tener a alguien con quién apoyarse. El libro de “Guerra Mundial Z”, según he escuchado comentarios, trata sobre personajes, sobre diferentes tipos de sobrevivientes y cómo es su testimonio de lo que ocurrió cuando el virus llegó a sus ciudades. Opino que es mejor que el cliché del soldado de élite que mata a todos los bichos que se le atraviesan sabiendo que fueron humanos y luego salva al mundo o a un grupito de personas…, incluida una chica sexi con la que tendrá sexo porque el sexo vende.

   Ahora, que ningún gobierno no tenga protocolos de emergencia ante esta posible situación me parece muy raro porque experimentos en humanos y virus poderosos no faltan en laboratorios de varios países. Ya sea por tecnología moderna o por alguna clase de magia negra (tipo “Rec”) los países con grandes ejércitos tendrán ventaja y los países sin ejército bien les puede pasar dos cosas: se dejan a su suerte o se convierten en propiedad de los más fuertes por los recursos naturales que tienen.


  De hecho, ahorita que mencioné la magia negra… ¿Qué tal un desastre mitológico? Algo así como titanes o seres de otro mundo que destruyeron todo a su paso. Incluso pueden ser bichos que ya habitan la Tierra, pero fueron fortalecidos y llamados por gente que les rindió culto y quiso atraerlos para sus propios propósitos; algo así como máquinas en lugares específicos con rituales vistosos que han hecho pasar por ceremonias de inauguración porque siempre se esconden bien las cosas poniéndolas de cara a los demás.

   Ya me quedé sin ideas y quiero puntualizar algo más a modo de queja: “el mundo antes de nosotros ahora es incierto y desconocido”. Yo entiendo que a veces uno se encuentre objetos antiguos y no sepa qué son o para qué son, pero tampoco exageremos en que en dos años o un par de décadas ya todo el mundo olvidó y perdió cualquier registro de conocimiento y tecnología. Y tecnología no sólo computadoras, sino lo más sencillo como una silla, válvulas, motores, herramientas de trabajo, la polea, la rueda…

   Si los personajes se van a olvidar de algo o de pronto ciertos objetos ya no pertenecen a sus vidas, el proceso para olvidarlos es más largo de lo que parece. Un ejemplo son los celulares. Si mañana ya no puedo usarlo porque no sirve ninguno por algún motivo, le voy a contar de todas formas a sobrinos y nietos sobre un viejo aparato llamado celular. Ellos podrán contarle a sus propios hijos que “la abuela dice que había un pequeño pedazo de metal llamado celular que servía para hablar a distancia y ver memes”. Detrás de mí aún habrá libros de todo tipo con la palabra “celular”; ni de broma se les va a olvidar dicho aparato en mucho tiempo. Por eso hay veces donde el “¿qué artilugio tan extraño es este?” resulta ridículo e inverosímil y debe usarse con cuidado.

   Casi se me olvida algo. Los personajes con mascotas, ¿cómo los salvan de las catástrofes o cómo sobreviven los animales que quedaron sin su humano? Dejo la interrogante. De paso les recuerdo con amor que se preparen para eventualidades y emergencias, la prevención es mejor siempre que estar lamentando después. Los botiquines y preparación para la escasez de comida los puede salvar de la muerte y los programas de prevención y ayuda de emergencias no me dejan mentir. No se olviden de sus compañeros animalitos, ellos también necesitarán un maletín para salir corriendo.

   Ahora sí terminé. Ojalá mis divagaciones les hayan ayudado y que no necesiten usar botiquines de emergencia, pero de hacerlo, espero que lo tengan.

   No olviden compartir y recomendar. También pueden apoyarme económicamente invitándome a un cafecito.

   Atentamente, una beta de por ahí, ¡chao!

   Posdata: Tengo abiertas comisiones de Ilustración y Servicios de corrección literaria. Será un gusto brindar apoyo a sus proyectos.
...
   Fuentes de interés:
   Botiquines de primeros auxilios: suministros que pueden salvar vidas. Web: Mayo Clinic.
   Claves para diferenciar entre endemia, epidemia y pandemia. Web: Universidad Internacional de Valencia.
   Conozca la diferencia entre epidemia, pandemia y endemia. Periódico digital: La Nación [Paraguay].
   Qué debe tener un botiquín de primeros auxilios para perros. Web: Experto Animal.

   Palabras clave: quejas sobre mundos apocalípticos, mi problema con las distopías, ideas para mundos apocalípticos, ideas para distopías y mundos distópicos, quejas sobre mundos distópicos, mundos apocalíticos, mundos distópicos

Comentarios