Villanos

   ¡Hola, letritas hermosas!

   Mientras hablaba con Josi organizando Sobre el yaoi y sus problemas Vol. 2 conversamos sobre los chicos malos y de los antagonistas. Resulta que es un tema amplio, así que he venido a comentar al respecto.

Dio Brando de Jojo no kimyō na bōken. Chrollo Lucilfer de Hunter x Hunter. Makoto Shishio de Rurouni Kenshin.

   Según me comentó Josi, no es que ella defienda las actitudes y acciones de los malos, pero no cree que un personaje pueda nacer ya con la maldad impregnada y queriendo destruir al mundo: “Creo que un villano debe tener un motivo. Puede que en su pasado ocurrió algo donde, sin querer, el protagonista tiene algo que ver con eso, o que la familia lo crio así, o que fue influenciado por otro villano que ni aparece en la historia”. Es más, pudo tener buenas intenciones hasta caer en graves equivocaciones.

   “Las personas “malas” no nacen ya con maldad; así como las “buenas” no nacen con la bondad impregnada en la alma”. (Seguimos hablando del tópico bien vs. mal y los personajes prototípicos, claro que hay personas extremadamente bondadosas, pero siempre van a tener errores y características que los hacen humanos).

   “Creo que para hacer un buen villano, o simplemente una persona considerada mala, tiene que haber un buen motivo. Vamos, nadie es obligado a aceptar todo lo que el personaje principal haga o diga”. Y es que precisamente este último punto genera muchas confusiones tanto para los escritores como para los lectores. Un villano en sí mismo es egoísta y pasa por encima de los demás por sus propios propósitos sin beneficio a los demás, no se deja razonar, no piensa más allá de sí mismo. No se es villano sólo porque le lleva la contraria a los protagonistas.

   El personaje que es villano es malo y sus objetivos atentan contra el orden y bienestar ajenos. Es un ladrón que usurpa los objetos que tanto le costaron tiempo y esfuerzo a alguien; un secuestrador que priva de libertad a un inocente por dinero; una persona abusiva que le hace la vida imposible a su pareja o familia; un conquistador de mundos que arrebata el planeta que invadió; un asesino que le quita la vida a alguien para causarle daño a otro; etc.

   Además, la justificación de por qué alguien es un villano dista de la exculpación de los actos villanescos. Justificar un villano es lo que nos hace entender por qué se fue por mal camino, por qué rompe reglas de convivencia y hace lo que hace; exculparlo es darle una palmada en la espalda y no hacerlo enfrentar consecuencias de sus actos. Perdonar, además, equivale a permitir rectificación y no simplemente dejar a alguien por la libre y sin presentarse ante un mandato de justicia o reformación social.

   Pero antes de continuar me gustaría puntualizar algo: Un antagonista se encuentra en una posición contraria u opuesta respecto al protagonista. O sea, si un tipo que quiere dominar el mundo es el protagonista, el héroe que lo quiera impedir es su antagonista. Además, un antagonista puede ser algo abstracto como un vicio, un trauma, una manía, una ideología, una condición o posición, etc. porque representa un obstáculo o contraposición de lo que el protagonista busca alcanzar. Eso le pasa, por ejemplo, a películas como Soul o Encanto, donde los obstáculos son la expectativa de vida y las relaciones familiares respectivamente.

   Un villano, por otro lado, es alguien ruin, indecoroso e indigno, como ya mencioné antes. El héroe actúa por un bien más allá de él mismo (o busca un objetivo propio, pero sin dañar a alguien más de por medio y bajo los preceptos legales y sana convivencia de su sociedad). Lo que quiere decir que este protagonista que quiere dominar el mundo sería un villano protagonista; que la crisis económica sería un antagonista para un protagonista desempleado en busca de trabajo; y que este desempleado bien puede ser un héroe a corta escala por buscarse alimento a sí mismo y a su familia de manera honrada.

   Algo que también habría que diferenciar de los villanos son los antihéroes. Estos héroes son particulares porque en ocasiones no parecen héroes. Se salen del canon heroico y en, digámoslo en palabras simples, son "poco ortodoxos en sus métodos". No siempre imparten justicia como los héroes en regla, mas conocen una cierta línea de bien y mal.

   Por esto dicho, muchos antihéroes están dispuestos a matar a sangre fría a los criminales, en vez de llevarlos a un tribunal (pues matar, en principio, tan bien los convertiría en criminales). Salirse del canon de la ley, sin matar, también es otra forma de ser un antihéroe; Batman es un perfecto ejemplo de eso. Aunque, personajes como Quijote también son antihéroes porque también está lleno de fallos, manías, lleno de defectos comunes. Los antihéroes tienen métodos y a veces motivos cuestionables, pero ellos mismos suelen ser conscientes de sus fallos y carencias aún en su búsqueda de justicia.

   Los personajes villanescos, antagónicos y antiheróicos pueden ser tanto protagonistas de su propia historia como pueden ser deuteragonistas o tritagonistas. Es decir, que pueden portar el título de segundo o tercer personaje más importante después del protagonista.

   Generar un buen villano es tan complejo como crear un héroe llamativo. Como dije antes y Josi comentó, nacer malo sólo porque sí es bastante flojo y no se sostiene por sí mismo. Tampoco es tan fácil poner una excusa del calibre "tiene un pasado trágico". Vamos a desglosar un poco ciertos problemas sobre los motivos de un villano.

    La psicología detrás de un pasado trágico o un trastorno mental es fascinante. Nos encantan villanos como el Joker porque pese a que sólo quiere ver el mundo arder, cumple ese deseo con mañas, con vaivén de confusión en sus actitudes, en que se frustra si algo le salió mal y no está completamente ajeno al actuar porque planea cosas y manipula. En otra versión este personaje intentaba no colapsar, pero su ciudad y vivencias permitieron que se desenvolviera su personalidad errática, que dejara de ocultar sus deseos por ver el mundo arder ya que él ya ardió. Pasa que la gente no se hace mala sólo porque algo malo le pasó, sino Batman sería aliado del Joker y no habría héroes trágicos, todos serían villanos motivados por su pasado.

   En añadidura, el pasado trágico funciona sólo si ese pasado está relacionado a su villanía, ¿qué sentido tiene que un sujeto quiera destruir un planeta porque sus padres no lo querían? ¿O que alguien obsesionado con el poder tenga dicha obsesión porque “mi papi no me quería”? A menos que el padre haya esperado mucho del otro o le haya concedido poder sólo a su hermano o hermana, por poner un ejemplo, la correlación entre una y otra cosa no se sostiene por completo. Una manera donde funcionaría una mala relación de familia es que un objetivo familiar haya sido el poder o el dinero, entonces los deseos de superar con creces a los que lo humillaron tendría más sustento.

    También existen villanos que por ambición se convierten en lo que son. Son malos porque les gusta y los autores juegan con el arquetipo de villano puro dándoles un trasfondo agraciado. Dio Brando es esta clase de villano ambicioso y caprichoso. Su vena innata de maldad y el padre terrible que tuvo no ayudó mucho. Continuó siendo ruin aún después de ser adoptado por una familia de bien, ¿por qué? Porque quiso, porque su personalidad le impedía aceptar la bondad de su nuevo padre y su nuevo hermano. Un narcicista egoísta y avaricioso. El desarrollo está ahí pese a representar un arquetipo; quería la fortuna de la familia Joestar y poco a poco sus deseos se volvieron más grandes, el orgullo desmedido lo llevó a rechazar su propia humanidad y empezó a desear un poder demasiado grande y ya sin ponerse máscaras de niño bueno. Tiene evolución y trasfondo, se desarrolló como personaje.

   De hecho, los villanos son de los personajes que menos atención tienen aparte de: “soy malo porque me pasó algo malo y ahora quiero matarlos a todos”. Así como los héroes se desarrollan, los villanos y antagonistas también merecen construcción (o deconstrucción, why not?). No sólo el detonante de su maldad es importante, sino también cómo llegaron a esos ideales, cómo decidieron que su deseo es lo más importante, cómo ganaron el poder que tienen ahora, cómo nació su enemistad con sus antagonistas y qué virtudes, inclusive, podría tener, así como algún pasatiempo o gusto sano (le podrían gustar los animalitos, el billar o algo por el estilo, ¿qué se yo?)

   Además, lo que quieren también debería tener un poco de lógica y estructurar un plan bien hecho. Qué quiere el villano, para qué, qué hará después de que lo consiga, en qué consiste su deseo. Un ejemplo simple es la destrucción del mundo, ¿dónde van a vivir después? Y si tiene toda nación bajo su poder, ¿cómo va a asegurarse de que no caiga su poder, de que podrá sostener algo tan grande? Algunos de los problemas que tuvieron los imperios más grandes es eso mismo, que fueron “demasiado” grandes. Las naciones se revelan, algunos jefes de confianza eran traidores y querían su porción de tierra o a veces las culturas chocaban en ideales y costumbres. ¿Seguro que podrá dominar el mundo él solo, que sus subordinados le son completamente fieles?

   Pero como una persona no puede ser solamente mala porque sí, porque no y por si acaso, también necesita un poco de carisma, o sea, su presencia, su palabra o su personalidad serán atrayentes. Esto se necesita sobre todo en los personajes manipuladores. Un buen villano debe tener el don de la palabra, la retórica la domina al derecho y al revés. Si no es así ¿cómo movería a sus subordinados?, ¿cómo convencería a las masas de seguirlo?, ¿cómo engaña a los protagonistas para que haya disputas internas y se destruyan entre sí? Puede ser amenazante, pero sabe que cuando le conviene debe imponerse para que le tengan respeto, y, si es necesario, que le teman.

   Hay algo que se ignora en determinadas guerras y conflictos entre naciones y es que el odio entre etnias muchas veces se cimenta entre los propios ciudadanos y quienes están en el poder lo refuerzan sin que se percaten. Atentados de falsa bandera, famosos en contra o en pro de ciertas ideas, personas que son pagadas para causar destrozos o difundir determinados rumores; etc. Recuerden que, en añadidura, el cuarto poder son los medios de comunicación.

   Y hablando de personalidad, hay hábitos que me rechinan por clichés y porque realmente no me parecen “cool”. Ese hábito de fumar o de beber licor, y del fuerte, está bastante usado. ¿No podemos tener un villano que le gusten los juguitos?, o al menos que no le guste el sabor del licor. En Devil may cry, Dante gustaba de los batidos de fresa y no por eso era menos rudo. ¿Por qué les gusta tanto el guaro? Si consigue dominar el mundo no durará mucho porque o le da un fallo hepático o se le pudren los pulmones... De acuerdo, esta queja es más subjetiva que objetiva, pero el punto es simple: matices de personalidad.

   Algo que llegué a mencionar cuando hablé sobre la inclusión de colectivos es que parece que, al momento de supuestamente incluir, no lo hacen con los villanos. Cambian o crean las figuras de representación de minorías casi sólo en secundarios o héroes, los villanos que se queden en determinados colores, determinado sexo y determinados gustos. Vamos, que parece que un villano fabuloso no puede salir de determinados sectores sociales. Una pena.

   Otra cosa, el diseño. En la pantalla grande sé que es importante que haya un contraste de colores y formas. Tal que así que muchas veces hay contrarios en rojo y azul, o colores para los héroes y verdes y púrpuras neón para los villanos. Suavidad de telas y tonos blancos en héroes, mientras que cueros y tonos oscuros para los villanos. Sin embargo, no todo tiene que ser tan polar, mucho menos en la literatura. La apariencia habla, y habla bastante. Podemos conocer un poco sobre el aseo personal, cuidado estético, estilo y gustos de una persona con sólo verla y olerla.

   Y es que un villano que no luzca como villano es tan genial como los héroes que lucen andrajosos y hechos una desgracia viviente. Tampoco es para hacer la treta del Ratón de fingir que alguien es bueno y luego no lo es. La cuestión es revisar la personalidad y su estilo de vida. Resulta gracioso ver un villano de traje en una zona tropical o cercana al desierto, muy poco práctico. Aunque no me enrollo mucho más con esto de la ropa, ya entra más en cuestión de personalidad y mundo.

    Es un tropo antiguo el relacionar belleza con bondad y yo estoy de acuerdo la mayoría del tiempo porque desde adentro sale la belleza. Aunque una persona esté desfigurada o tenga una enfermedad como la obesidad, bien puede irradiar hermosura por su corazón amable. El jorobado es una excelente excepción a ser bueno y feo a la vez, y muchos villanos de novelas juveniles son guapísimos. Lo que sí considero que se convierte a veces en un problema es en polarizar la apariencia donde los amigos del protagonista son lindos y buenos y quienes no estén de acuerdo son horribles personas; o si alguien es bonito, pero no está de acuerdo con el protagonista es porque es un vanidoso y pretencioso.

   Desde mi punto de vista, sería favorable tener más variedad en cuanto a la belleza cuando esta se destaca como parte de un personaje. Una gama variable que no se centre en el color de piel por la etnia, sino porque cada color de piel puede ser considerada la más hermosa y pertenecer tanto a buenos como a malos.


   Pasemos a otros asuntos: sus casas. Yo no entiendo por qué los villanos suelen vivir en lugares inhabitables y horribles, o más bien en mansiones suntuosas y frías porque les falta “el calor del hogar”. Todo lleno de sirvientes o subordinados, nunca de familia amorosa o mínimamente decente. Hasta las familias mafiosas se cuidan entre los suyos, ¿por qué el villano necesariamente rechaza cualquier cariño humano? Y no, el sexo casual no cuenta como cariño. Añado otra pregunta random respecto a los lugares inhóspitos: ¿Qué magnate desea vivir donde no le llega ni el cableado eléctrico? Hasta donde sé, esos lugares son más bien de sociedades marginadas y sin recursos.

    La inteligencia. Yo sé que hacer personajes con gran intelecto es complicado a veces y crear planes que sorprendan a los personajes y a los mismos lectores a veces hace quemar el cerebro, pero de ahí a crear héroes idiotas o villanos peligrosamente letales e igualmente estúpidos resulta ofensivo para los personajes. Como vengo mencionando desde el inicio, los planes, motivos y métodos tienen que ver con la formación del villano. Además, no necesariamente tenga que ser un Tesla para cometer actos de villanía, la simple obsesión, el solo egoísmo y la pura fuerza de voluntad son perfectos motores para causar daños a los héroes que intentan frenarlos.

   Consideremos también que un villano es escurridizo y se mantiene en las sombras, desde ahí es donde mueve sus hilos; aunque se haga pasar por bueno las pistas de lo que en realidad es estarán en algún lado. Una cosa es engañar al lector y otra es mentirle, el lector tiene que sorprenderse porque las evidencias estuvieron allí y no se percató antes; no sentirse traicionado porque de la nada alguien es malo (o que los demás personajes sean demasiado tontos para ver lo obvio).

   Un líder sabe, como dije antes, de retórica. Pero también sabe crear estrategias, conoce los intereses de sus enemigos y tiene bien en claro cuáles son los propios y cómo llegará a cumplirlos. Sabe que las alianzas son armas de doble filo y que en muchas ocasiones es mejor tener cerquita al enemigo y vigilarlo, conocer sus movimientos y ganárselo, hacerle creer que tiene ventaja. Y esto también es para los héroes, ellos deben conocer bien sus propios intereses y los de su antagonista, si no ¿cómo lo derrotará? ¿Cómo jugará su propio juego hasta vencerlo?

   Un villano hará lo que sea para conseguir sus objetivos. Masacrará el clan de donde escuchó que provendría su enemigo, se aliará a un gobierno para obtener fondos, vivirá como si fuera un trabajador honrado o en un cuartel de guerra. Ya sea si su trastorno no le permite crear un plan de treinta pasos o tenga el mayor IQ, el villano va a pensar o, en el caso de otros, dejarse llevar (lo cual resultaría interesante porque no siempre funciona hacer todo a como caigan los dados).

    Ahora hablemos de los subordinados. Pasando de las criaturas malvadas de las obscuridad y son malas sin remedio, quiero hablar de por qué si la criatura es un bicho feo entonces es malo. No hablo de dragones majestuosos, sino de arañas gigantes y esas cosas. Que sí, dan miedo, pero quedarse en el cliché creo que puede entorpecer la imaginación general. Sólo porque un animal sea nocturno no es que deba ser aliado del villano, del mismo modo que un lindo pajarito no tiene que ser necesariamente del héroe.

   Sin embargo, pienso que los subordinados de los villanos están muy desaprovechados. Suelen ser carne de cañón y fieles que siguen ciegamente al villano de turno (a veces con motivos claros y otras sólo porque apetece que te pisen la cara). Los aliados villanescos también pueden ofrecer cosas interesantísimas ya sea por los objetivos que tengan, su personalidad, sus razones para estar en contra del héroe o incluso, si es que sufre un arco de redención. Los subordinados también deberían tener matices y ser más que un ejército sin puntería.

   Y hablando de redención... Como bien dijo Josi al principio, tener un motivo para ser malo es importante. Eso nos lleva a una posibilidad de redención o recibir perdón por parte de su sociedad y los héroes. Pero ¿qué es exactamente el arrepentimiento? Por definición y etimología, se trata del pesar que tiene una persona por lo que ha hecho o dicho, y deja, a su vez, ese comportamiento para rectificar ese error cometido.

   Entonces, un villano realmente arrepentido aceptará las consecuencias justas de sus actos. Sean buenas o malas consecuencias, se hace responsable y se esfuerza por corregir eso de lo que se apena, de lo que se arrepiente. Pedir perdón puede ser un inicio, pero no lo único, una simple palabra no basta si no se acompaña con actos. Así como alguien no es malo sólo porque dice ser malo, alguien que dice que se arrepiente debe demostrar que como mínimo trata de pagar sus deudas éticas y morales. Y ese es un gran problema con ciertos personajes.

   Un ejemplo correcto de rectificar actos es Zuko (La leyenda de Aang), el cual le han hecho muchos análisis por su arco de personaje donde pasa de ser una amenaza, a exiliado sin rumbo y luego a un aliado poderoso del héroe y ser un digno gobernante. Kanon de Géminis (Saint Seiya) también se da cuenta de sus errores, y en vez de autoeliminarse por vergüenza de traicionar a Atena, decide que peleará por ella y será un digno caballero en pos de ser un mejor hombre y de saldar lo más que pueda sus culpas. Son arrepentimientos no sólo de dientes para fuera, sino llevados al acto.

   Sasuke Uchiha y Orochimaru (Naruto) son un perfecto ejemplo de cómo no llevar a cabo el perdón. Asesinar, experimentar con niños, intentar matar a tus compañeros y planear golpes de Estado son cosas que deben llevarse ante un tribunal. ¿Qué sucedió? Los dos andan por la libre en la aldea, sin trabajo comunitario, restricciones, castigos, disculpas públicas y a familiares, nada de nada. Aunque Sasuke fue un adolescente que se fue por mal camino, no quita el hecho de lo que hizo y ser amigo del héroe de su aldea no le da derecho a saltarse los procesos de justicia de su mundo (aunque dudo que tengan uno medianamente decente, pues aldeas casi completas le hicieron bullying a niños bajo narices de sus gobernadores; pero bueno, eso ya es otro tema).

   Algo que he ido notando es que, gracias a Dios por el cambio, los jugadores de rol en espacios como TikTok y muchos nuevos escritores de fantasía van creando personajes con mayor variedad de moral independientemente de la especie y apariencia. Sigue el temita de que casi todos son guapos, pero puedo dejarlo pasar porque ¿un elfo precioso es malvado? ¿el mercenario villanesco se unió a los héroes guerreros porque tienen un enemigo en común? ¿una mujer pirata con un carácter más bien suave y romántico? ¿el viejo sabio no es tan sabio?... Me fui por las ramas.

    En fin. Desde hace un par de siglos que los autores cambian a las bestias al menos en carácter. Un cíclope no tiene que ser a fuerza malvado, así como un enano no tiene que ser eclipsado por un elfo y mucho menos ser más que un hazmerreír. De este modo, un villano puede tener un unicornio como su leal compañero e incluso ser mejor que el héroe haciendo aliados para su causa (aliados distinto a los amigos, pero bien un villano puede ser bueno exclusivamente con quienes comparte su retorcido deseo villanesco).

   Ahora, con todo lo anterior dicho, creo que he llegado al momento del final de esta entrada. Sé que hay villanos menos intensos, como los de instituto, pero ya hablé de estos adolescentes en la entrada de la abeja reina. Así que por el momento, me despido. Ya saben que si tienen cosas que agregar, alguna sugerencia o pedido de tema para tratar, pueden decírmelo en la caja de comentarios o enviándome un correo.

   Atentamente, una beta de por ahí, ¡chao!
   Fuentes de interés:
   BREAKING BAD: El VIAJE del VILLANO - Superanalisis. Canal de YouTube: Jordi Maquiavello.
   Cómo NO JUSTIFICAR las MALAS ACCIONES de los personajes | Mi problema con Lack-two. Canal de YouTube: PokespeFrantic.
   El Príncipe. Nicolás Maquiavelo. [2008]; Gradifco; Argentina.
   MEGAMENTE y la deconstrucción de los villanos. Canal de YouTube: Cinema Ivis.
   Por qué Kira no es la justicia | Análisis del manga. Canal de YouTube: El Templo de Ateneo
   Serie de videos "La Mente del Villano" del youtuber El Mundo de Zowl.
    
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