En defensa de las princesas

   ¡Hola, letritas hermosas!

   Han leído bien, hoy vengo a defender a las princesas. Sobre todo a las de Disney y prototipos similares, que son las más vituperadas y de quienes “personas progresistas de la liberación” se apañan para desprestigiar este cargo político, decir que las niñas no deberían desear ser princesas y generar ideas de que un personaje femenino que sea fuerte no debe ser princesa, o al menos, para serlo debe ser princesa “y guerrera”.

   Ya lo mencioné antes en “Mujeres fuertes e independientes”, soy una persona que rechaza por completo la idea de que las princesas y cualquier mujer puesta en cargos de gobernante de tipo monárquico o imperial son débiles tanto en la realidad como en la ficción. Tengo pruebas y ninguna duda.


   Primero que nada: Las princesas no son débiles, no son menos, no son símbolo de lo que una mujer no quisiera o debiera ser en su vida. Así que tanto en la vida real como en la ficción, “ser una princesa” no debería ser motivo de insulto o de excusa para poner a un personaje como una prepotente o inferior. Tengo un problema serio con eso. Sé que hay gente malcriada y mimada, pero eso no viene con el cargo de “princesa”; hay príncipes así, hay plebeyos así.

   Pero vine a respaldar mi posición, así que empezaré con Mulán. En la segunda película se dijo de ella que es más valiosa que tres simples princesas y es algo respaldado por algunos para menospreciar a las princesas. Entonces, ¿las mujeres son más o menos que otras por su cargo político? ¿Es eso lo que me quieren decir las publicaciones exaltando su fuerza como soldado y repitiendo una frase de un personaje que está usando príncipes y princesas como monedas de intercambio político? Perfecto, qué hermoso es pelearnos entre nosotras por nuestra sangre y profesión.

   Voy a corregir algo: Mulán es una guerrera y ejemplo de valentía y lealtad a los suyos, no un objeto para desvalorizar a quienes tienen capacidades diferentes. Ella no criticó a las princesas que custodiaba, más bien las apoyó para que hicieran lo que ellas creían que era lo mejor. Las propias princesas reconocen que es un cargo duro donde impera el deber con el pueblo sobre sus deseos.

   La cultura china es así, poner a la familia, el honor y su sociedad por encima del individualismo occidental, que muchas veces muta en egoísmo. Mulán peleó por su padre y los suyos, no por gloriarse ella y sentirse superior a otras personas. Ella sabía que estaba en desventaja fisiológica con sus compañeros y que sería ejecutada si la descubrían, pero en vez de lloriquear porque su general la mandó de regreso a casa, usó su ingenio y entrenó duro con una fuerza de voluntad enorme. Ella se ganó su puesto y aprendió a trabajar en equipo, porque en la guerra no podía ponerse en plan "yo todo lo puedo".

   En añadidura, Disney pareció inspirarse en cierta princesa china para hacer su película:

   La princesa Pingyang fue una militar que ayudó en el golpe de estado que derrocó al tirano de la dinastía Sui. Luego su padre tomó el poder y surgió la dinastía Tang. Pingyang se ganó al pueblo y lideró una rebelión, fue enterrada como militar de alto rango incluso ya con el título de princesa. La leyenda de Mulán, de hecho, no fue para poner en pleito princesas contra militares ni hombres contra mujeres; todo lo contrario. De hecho, les recomiendo el poema que exalta que juntos un conejo y una liebre pueden correr y confundirse entre sí, es hermoso.

    Hablemos de otras princesas:

   Ariel era una adolescente sobreprotegida, ilusionada y manipulada (y en el cuento antiguo un ejemplo de amor real al optar por su propia muerte que el de su ser amado). Ella ya soñaba con ir a la superficie desde antes, se arriesgó a perder la vida en el mar para ser humana (su mayor deseo). No le pidió a la bruja que le cambiara el parecer a su padre como lo hizo Mérida con su madre, con la que tenía una relación pésima y donde las dos tenían culpa en sus problemas.

   Ariel más bien debería verse como una adolescente ambiciosa, dio lo más valioso que tenía por el par de piernas que quería para conocer el mundo y estar al lado de su príncipe. ¿Está mal que alguien quiera tener a su ser amado a su lado? ¿Por qué tanta crítica a una adolescente? Todos hemos tenido caprichos, realmente no es la única que ha accionado por impulso… Un impulso que la llevó a su mundo deseado y el cual desencadenó una disputa donde la villana fue finalmente derrotada, lo que liberó las almas atormentadas que Úrsula aprisionaba. Vaya princesa debilucha, o más bien reina. Sí, vaya reina debilucha que de nuevo arriesgó todo junto a su esposo por salvar a su hija.

   Cenicienta mostró resiliencia y merece admiración. Su vida fue tan horrible que lo único que quería fue una noche para distraerse y bailar, sólo bailar, ni pensaba en príncipes y ni supo que el príncipe fue con quien bailó. Adivinen, la culpa de su desgracia no fue un hombre ¡fueron tres mujeres! No veo a nadie quejándose de ellas, sólo de que una persona fuera compensada con su bondad y paciencia, ¿qué tan malo es tener buena suerte en el amor? Incluso, quien le ayudó a ir al baile fue una amable vieja hada madrina.

   Sólo porque fue en un baile de gala no significa que sea malo. En su época la mujer se iba de su casa ya casada, así que tiene sentido; no conseguiría un trabajo tan fácil como ahora. Consiguió un buen marido de todas formas, ¿de cuándo acá es malo que alguien decida y sea feliz con una pareja? Cenicienta en sus dos versiones clásicas es un signo de cómo no permitir que las adversidades le quiten su amabilidad; la del cuento igual, ella aguantó todo y sus deseos de ir a las tres galas le fueron concedidos (tampoco romantizo quedarse donde a uno lo tratan mal, pero de nuevo, el contexto histórico es otro).

   Por poco y me salto a Bella, creo que los que me llevan leyendo más tiempo saben que tengo un problema con esta princesa y pensé que no hacía falta. Cambié de opinión. No la creo la peor, pero desde mi punto de vista está sobrevalorada y su “historia de amor” sí que me parece turbia.

   Me explico: Los muebles la querían porque era la vía de romper el hechizo y por eso la sacaron de la celda; lo hicieron porque les convenía, no porque sólo les diera lástima su situación (tal vez un poco, pero la conveniencia fue mayor). Bestia hizo lo mismo, intentó llevarse bien con Bella por mera conveniencia y no porque le diera lástima una chiquilla sin libertad y sin padre. Si cambió es porque en el fondo no era tan malo, pero, pero pero… Fue un sujeto agresivo y si Bella hubiera podido irse a la primera, se iba (los lobos fue un golpe de suerte para que encontraran conversación).

   Bella no sabía que él intentó cambiar porque era su último chance de regresar a ser un humano. Ese enamoramiento fue el clásico "empezó como apuesta y terminó siendo real". Ella, de nuevo, era una muchacha muy joven que era ridiculizada por la mayoría de su pueblo, así como que muchas opciones no tenía.

    Además, Bella no es mejor que nadie porque lee libros. Gastón criticó eso, sí, pero ¡es su cultura y pensamiento social de la época y región! Ni siquiera pensó que fuera menos mujer por ello y todavía quería casarse con ella porque le llamaba la atención. Un hombre que sabe lo que quiere es mejor frente a uno que quiere el amor de una mujer para romper su propio hechizo. Sí, es admirable que se sacrificara por su padre, y sí tuvo su chance de escapar y se devolvió porque era muy bondadosa como para dejar a Bestia ser la cena de los lobos; pero no quita que la base de su relación estuviera más torcida que la torre de Pisa.

   En añadidura, si Bestia cambió, ¿qué nos dice que Gastón no era capaz de hacerlo también si tuviera que convivir con Bella? Resulta un mismo dilema. Ambos son cuestionables y ese cuento es tragedia (la bruja que hechizó a Bestia siendo un niño se lleva la guinda de maldad; ella es la verdadera villana).

   Mencionaré un poco más la literatura porque de todas formas es uno de los núcleos de este blog. ¿Qué tal un ejemplo de libro contemporánea? Me he hallado comentarios negativos acerca de Viana de Rocagris, de “Donde los árboles cantan”, y sigo intentando en encontrar el motivo real. No era una princesa, sino una duquesa, pero tenía renombre igual y fue criada como dama de la corte, una doncella fina. Cuando invadieron su pueblo ella fue un premio, con las demás mujeres reales ella debía dar hijos legítimos a los nuevos gobernantes. ¿Y qué hizo? Usó artimañas de nodrizas para mantenerse virgen, fingió un embarazo, escapó y fue a dar al bosque mágico.

   Viana era una chica mimada que no sabía ni usar un cuchillo para la defensa personal y sinceramente no esperaba que lo hiciera. Al parecer muchos lectores sí y eso me molesta, un personaje no puede volverse guerrero de la noche a la mañana, es inverosímil. Necesita fortalecer su mente y cuerpo, debe reponerse de todos los cambios abruptos de su vida y su personalidad va a influir. Al final y sí luchó contra los invasores, pero fue un proceso de aprendizaje y dejó de pensar en sí misma, se arriesgó para eliminar a quienes mataron a su padre y arruinaron las vidas de muchos. ¿Por qué todo tendría que ser tan rápido? ¿Por qué alguien no podría llorar y quedarse en blanco ante la adversidad? Es que es normal y ella se superó. No es el mejor personaje de la vida, pero tiene coherencia ahí y debería ser respetada por ello.

   Traeré a colación a Antígona porque amo a este personaje. Sin embargo, no me alargaré con ella. Sólo diré que era una princesa, pero se le plantó al rey por lealtad a su familia y respeto a sus dioses, estaba dispuesta a morir por cumplir su deber y no dejar que su hermano fuera ultrajado. Una princesa valiente que no tuvo que agarrar una espada para mostrar su valor y ser seguida por su amado hasta el final.

   Otra chica de Disney y mitológica es Megara. Dejando fuera el mito, ella fue manipulada y creó un rechazo basado en su mala experiencia. Muestra un ejemplo más bien de aprendizaje para volver a confiar en los demás y ser una mejor versión de sí misma, no de una diva que hizo un trato con el rey del Inframundo. No es mejor porque “es independiente de los hombres”, realmente era dependiente a un contrato con un ser masculino por causa de un hombre y de su rechazo a los hombres, así que, el que aprendiera a confiar y a amar de nuevo es lo realmente bueno de ella, dejó de ser egoísta y se sacó el caparazón que tenía.

   Quisiera mencionar a la protagonista de un cuento que me fascina que se llama “Los seis cisnes”. Los reyes de ese país tuvieron seis hijos y una hija. A causa de la muerte de la primera esposa y por malas circunstancias, el rey tuvo que desposar a una mujer que resultó ser una bruja. Es ella quien convierte a los muchachos en cisnes y la niña, en vez de aceptar ser ocultada para protegerse, decide cumplir con la única manera de romper la maldición: seis años sin reír ni hablar y tejer seis camisas de margaritas (a veces por la versión del cuento cambiar la flor).

   Esa princesa, sin que sus hermanos se lo pidieran porque no querían causarle problemas, se recluye en un árbol para cumplir el plan. Un rey la encuentra y la desposa, luego tiene tres hijos cuya suegra oculta y la culpa de asesinato. Ella no dice nada en su defensa porque quiere salvar a sus hermanos y el mismo día en que la iban a quemar, se cumplen los seis años y los hermanos consiguen regresar a la normalidad.

   Esta princesa (y reina) soportó seis años de silencio por amor a sus hermanos y estuvo a punto de morir por ellos, luego llevó ante la justicia a su suegra y vivió feliz con su marido e hijos. Es un cuento también viejo y tenemos a una princesa leal y bondadosa contra otras mujeres egoístas y malvadas. Yo no sé cuál es el rechazo a que existan las mujeres malvadas que se vayan en contra de otras mujeres (y hombres), claro que existen, ¡la maldad no tiene cromosomas!

  Un poco menos conocida por estos lares es Savitrí, un personaje mitológico del Mahabharata. Savitrí era una princesa hermosa, la más hermosa de todas porque su padre la oró por muchos años a una diosa que al fin le concedió al matrimonio una hija. La princesa crece con gracia y es inteligente y noble, cosa que hace que muchos la vean como una mujer inalcanzable y no se atreven a pedir su mano en matrimonio. Lo cual incluso preocupó a sus padres, porque en India el matrimonio y la descendencia son esenciales para el dharma.

   Savitrí decidió que ella buscaría a su esposo. Peregrinó tierras sagradas y encontró como marido un hombre tan bello y noble como ella, Satyaván, pero que moriría al cabo de un año y cuyos padres habían sufrido una desgracia. Ella no aceptó un No por respuesta y se fue con Satyaván cuando recibió la bendición de sus padres. Hizo penitencia, oración y ayuno por varios días antes de que se cumpliera la fecha de muerte de su marido. Entonces, aquí viene lo realmente bueno:

   Bendecida por su voluntad y piedad, ella pudo ver y hablar con el dios de la muerte. Siguió al dios que se llevaba el alma de su marido y negoció con mucha astucia hasta conseguir que les diera descendencia y honor a sus padres, a su marido y a ella misma; incluyendo que Satyaván viviera muchísimos años a su lado. Una mujer con los ovarios bien puestos que no le faltó espada para hacerse escuchar y llevar en lo alto a su familia. De hecho, no es la primera mujer en la literatura sánscrita que con inteligencia resuelve problemas.

   Quiero mencionar regentes de la vida real, pero le daré una mención honorífica a Barbie (las películas animadas de antaño). Ella es uno de los mejores ejemplos de luchar y de ser fuerte tanto en lo físico como en lo mental, lo que no significa que no pueda vestir de rosado y tener pareja, cosas que no están peleadas.

   Ahora sí, en la historia ¿acaso todas las mujeres princesas o reinas fueron como María Antonieta y causaron el reproche de sus pueblos? A ver, que gobernar no es tarea fácil. No me voy a poner a relatar sobre cada princesa y reina que me llame la atención, pero sólo mencionaré un par de ejemplos (no me da la tarde para investigar la larga lista que supone el tema):

   Wu Zetian fue no sólo emperatriz consorte de Gaozong, emperador de la dinastía Tang, sino que consiguió hacerse con el trono para ella sola e interrumpió la dinastía con una propia durante un tiempo. Su reinado duró como 50 años y el pueblo disfrutó de crecimiento económico y cultural, mantuvo a los posibles invasores a raya y fue por medio de astucia que llegó al poder, no sólo por ser una bonita concubina. Así que si les dicen que las concubinas no piensan o sólo sirven de adorno, aquí tienen un ejemplo para romper esa afirmación (de hecho, se tienen registros de que en los concubinatos a nivel general había muchísima rivalidad política).

   La reina Victoria I de Inglaterra fue eficiente para gobernar y dedicó su vida entera a ello. La reconocida época “victoriana” no está de adorno; supo hacer las cosas y durante su mandato Londres se convirtió en el principal punto de comercio a nivel mundial. De sangre real, coronada de joven y enamorada de su esposo guapo y diligente; toda una princesa de Disney con tanta descendencia e influencia que la llaman a veces “abuela de Europa”.

   Aunque claro, también hay gobernantes malas como María Antonieta o los rumores de la famosa Erzsébet Báthory, apodada “condesa sangrienta”. Muy distintas de la “princesa del pueblo”, Diana de Gales. Además, ¿quiénes son algunos de los villanos de los cuentos con princesas? Sus madrastras y suegras que también portan coronas. Pero como dije antes, gana la bondad y la perseverancia de las princesas heroínas, así que sigo sin dilucidar dónde está lo terrible de ser una princesa aparte de aguantar y tolerar potenciales golpes de estado o riñas internas. De todas formas, también hechiceros hombres pueden ser sus oponentes y pueden recibir ayuda lado a lado de semidioses, príncipes, mujeres hadas y hasta plebeyos.

   Ya, no me alargaré más, podría hablar todavía del tema, aunque no creo que sea necesario. Expuse lo que tenía que exponer. Las princesas no son malas, una niña no es menos porque quiere ser Aurora en vez de Wonder Woman. Por cierto, Aurora vivió apartada de la sociedad, con tres incompetentes, sin saber que era princesa e ignorando que estaba maldita; mucha oportunidad contra Maléfica no tenía. Felipe debería ser elogiado por arriesgar su vida derrotando un dragón satánico. Wonder Woman es una princesa; Starfire también, una princesa alienígena, pero también princesa. Que sean guerreas no las hace mejores, simplemente tienen distintas habilidades.

   Creo que el libro “La reina del Terling” también tenía su aporte con esto de mujeres de la realeza haciendo cosas de la realeza, la muchacha no peleaba y quería mediar las cosas por medio de la política. No sé en qué quedó la saga, ni me he leído el primer libro, pero supongo que tiene lo suyo, me gusta esa premisa. Si ya lo han leído, coméntenlo y hagan alarde de una mujer que no necesita empuñar espadas para ser fuerte.

   Listo, ahora sí me retiro. ¿Ustedes qué opinan de vituperar princesas? ¿Difieren en algún punto o tienen más que agregar? ¿Quisieran que hablara sobre algún tema en específico? Me encantaría leerlos, mis letritas. Ojalá pasen un lindo día.

   No olviden compartir y recomendar. También pueden apoyarme económicamente invitándome a un cafecito.

   Atentamente, una beta de por ahí, ¡chao!
...
   Otra información en “Hombres sensibles y amables”.

   Fuentes de interés:
   Antígona. Sófocles; Gredos, 1981.
   Donde los árboles cantan. Laura Gallego.
   Grimms Märchen [Todos los cuentos de los hermanos Grimm]. Jacob & Wilhelm Grimm, 1857.
   Savitrí. Relato contenido en el Mahabharata. (VI a. C.)
   Victoria I de Inglaterra. Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. 2004. Web: Biografías y Vidas.
   Wu Ze Tian, la emperatriz-emperador. Revista digital: Muy Historia.

   Palabras clave: las princesas no son malas, las princesas son importantes, las princesas no son débiles, defendiendo a las princesas, los personajes que son princesas también son buenos, Barbie es la mejor princesa, ser princesa no es un insulto, las mujeres fuertes también pueden ser princesas

Comentarios