Consejos para corregir una novela

   //Como corregir mi novela y no morir en el intento

   Llega un momento de la creación de una novela donde pusimos punto final, pero no es el punto final definitivo. Es tan sólo el primer punto final. Eso es porque llega el momento de dejar en reposo nuestra obra y luego empezar a revisar con ojo crítico. Toca corregir la ortografía, el estilo de narración, encontrar errores argumentales, pulimentar los detalles de mundo y mejorar, eliminar o agregar personajes que estén dando problemas.

   Ya había mencionado el tema en Cómo pulir un texto, pero aquí vamos a desglosar un poquito más. Así que aquí va una lista de pasos y consideraciones que pueden tomar en cuenta al momento de corregir sus manuscritos en fase de borrador.

Cuadernos y libretas con notas y correcciones de las notas

   ( 1 ). ¿Borrador en digital o en papel?

   Una vez que hemos colocado el primer punto final, tenemos que decidir si la corrección nos es más cómoda en digital o en papel. En caso de hacerlo en papel hay que tomar en cuenta la sangría entre líneas, tamaño de letra y fuente de letra. Debe ser cómodo para la lectura de quien corrige, además de tener un cierto margen de página para realizar anotaciones. Bueno, también en digital hay que tener en consideración estas cosas con el fin de evitar distracciones y optimizar lo que leemos.

   En cualquier opción, es sumamente recomendable utilizar sistemas de colores para resaltar, hacer notas, comentarios y demás. Sea en marcadores, lapiceros o post-it. Esos colores son a elección personal, claro. En mi caso, les comento como ejemplo si están empezando, yo utilizo el marcador amarillo para notas de tipo escaleta, el verde para párrafos que debo editar y el celeste para detalles que tengo que revisar más adelante. Las notas, además, las distingo entre una y otra con asteriscos. Incluso hago subtítulos llamados "edición" para ubicar las secciones que deben ser modificadas.

   ( 2 ). Dejar reposar la obra.

   Es muy, muy, muy importante que el escritor se tome un descanso de su historia. Esto es con motivo de tener una mirada crítica al momento de retomar la obra en cuestión. El tiempo varía de persona a persona, lo necesario es que cuando regrese al texto, ya se le hayan olvidado muchas cosas de esta. Va a ser "nueva" a sus ojos.

   Algunos autores recomiendan como mínimo un par de semanas, otros prefieren hablar en meses y otros tantos señalan que un año o más es lo ideal. Yo sugiero un mes como mínimo si se trata de novelas y dos semanas si es un cuento. Dicho espacio es de no manipular el texto, no pensarlo, no hablarlo, no nada. Durante este tiempo es bueno idear nuevos proyectos, participar en convocatorias literarias, leer, escuchar audiolibros, explorar películas y series, etc.

   ( 3 ). Dejar de lado el corazón.

   Ahora sí, toca hurgar en el texto con ojos fríos, con el corazón de lado. Corregir requiere de la voluntad más fuerte que tengamos. Esto es para que no nos tiemble la mano para cortar escenas innecesarias y eliminar personajes inútiles. Aquí no hay piedad. Es de suma importancia sacar lo que no sirve y añadir lo que falte.

   En caso de haber escenas que amen demasiado, guárdenlas por aparte (yo lo hago, no me escondo), pero procuren no dejar un cabo suelto por mero capricho. Sean autocríticos, no autocompasivos; esto es por el bien de sus trabajos.

   ( 4 ). Revisión de estructura.

   Pulimentar la base de la historia es clave para dar inicio a la corrección. Se debe a que la estructura argumentativa es la columna vertebral. Toca poner a prueba la lógica interna de la obra: ¿será que hay verosimilitud en el hilo conductor de los hechos y en el planteamiento del problema detonante de la historia? Este es el momento ideal para reforzar los cimientos de la novela.

   Aquí adoptamos el modo hater: vamos a cuestionar el qué, cómo, cuándo, dónde y por qué es que los personajes fueron del punto A al punto B. Encontrar la quinta pata al gato es necesario. Dentro de esta estructura también hay que revisar la línea temporal y el tipo de mundo que queremos dejar de una vez por todas: incluye las reglas de magia o de religión, los contextos históricos utilizados para evitar errores de tal índole, las subtramas y la dinámica grupal o individual de los personajes.

  Es en este momento donde los personajes que no funcionan deben ser echados y los que están flojos sean reforzados. Puede doler, sí, o sentir lástima porque parecieron buena idea al principio, pero es necesario hacerlo. A mí me ha pasado, en uno de mis proyectos actuales, Impredicción, cuando llegué a tres cuartas partes de la novela me di cuenta de que un par de personajes no sólo no me servían como matrimonio, sino que ni siquiera tenían tanto peso para justificar su existencia. Me vi en la obligación de quitarlos y delegar sus funciones a la esposa de uno de los protagonistas, quien estaba cojeando en cuanto a presencia. Una sabia decisión, ahora sólo queda terminar los últimos dos capítulos y corregir.

   ( 5 ). Corrección de estilo.

   El enfoque esta vez versa sobre cómo se cuenta la historia, de qué forma en nuestro lenguaje transmitimos la historia. En este punto nuestra revisión debe enfocarse en cuestionar si el tono general de la obra se mantiene acorde a los temas y género literario (cómico, serio, poético, simple, peyorativo, solemne, misterioso, etc).

   Con el fin de pulir el estilo hay que encontrar y corregir palabras repetidas, hacer uso de sinónimos o antónimos con tal de arreglar la fluidez de la narración, quitar o colocar conectores textuales, analizar el uso adecuado del lenguaje metafórico, cuestionar la utilización del verbo decir, etcétera.

   De hecho, dentro de este apartado cabe destacar los tiempos verbales y el tipo de narrador en cuanto a persona: primera persona protagonista, testigo u omnisciente. Además, ¿estamos escribiendo en pasado, presente, futuro, más allá del pasado o más allá del futuro? ¿Los acontecimientos se hallan antes de que inicie la narración o durante la misma? Revisar los gerundiosparticipios e infinitivos no debe ser dejado de lado.

   ( 6 ). Revisión de adjetivos y adverbios.

   Unido a lo anterior se encuentran los adverbios y adjetivos. Estos modificadores son importantísimos, son los que ayudan a determinar características de personajes, su mundo y sus acciones. Perfeccionan las descripciones o las arruinan si no se hace uso adecuado de estos.

   Repeticiones, redundancias, adjetivos inútiles o abuso de adverbios son cosas que se deben depurar. ¿Qué es un adjetivo inútil? Es aquel que existe sin cumplir una función real como complemento. O sea, cuando sobra por no proporcionar información extra. Por ejemplo:

   "La comida era abundante, copiosa y variada" muestra tres adjetivos que aluden a una cantidad grande, pero que bien puede resumirse en uno: "La comida era abundante", aunque, podríamos ampliar el efecto:
   "La mesa no tenía un sólo espacio carente de bandejas repletas de comida fragante". Ahora sí, tenemos una narración más pintoresca con la variedad y la abundancia sobreentendida sin abusar de los adjetivos.

   Claro, cuestiones como "nieve blanca", un epíteto, pueden resultar una reafirmación o una redundancia, dependiendo del tipo de narración y objetivo. Incluso el género literario a veces lo permite, como la épica y otras narraciones: "el belicoso Ares", "la de ojos glaucos (Atenea)".

   Mencionaré por último que es importante no abusar de los adverbios terminados en "-mente", es cierto, pero tampoco hay que obsesionarse porque en una página usamos dos veces el "-mente". Son útiles y existen a nuestro servicio, no es necesario abrumarse porque tuvimos que escribirlos.

   ( 7 ). Corrección ortotipográfica.
 
   Ya sean signos de puntuación, ortografía, comillas o guion de diálogo, un repaso no viene nada mal. Incluso los que llevan mucho terreno en las letras meten la pata. Los diccionarios son amigos, una lectura u ojeada de vez en cuando refresca la memoria sobre muchas palabras.

   Parece una obviedad, pero estar viendo el mismo texto tantas veces hace que empecemos a pasar por alto los errores, incluso si son notorios o fundamentales como la acentuación gráfica de las monosílabas. No teman en tomarse descansos entre cada revisión de este tipo o de pasar el texto por un programa que señale faltas de ortografía. Eso sí, tengan cuidado de confiarse, pues incluso a Word se le escapan algunas correcciones.

   ( 8 ). Repasar una, dos, tres..., veces.

   Como anteriormente he ido enlistando, es más de un aspecto el cual se debe revisar. Mi recomendación es que en cada leída el enfoque sea una sola área. Eso sí, si puliendo un elemento encontramos uno de otra sección, hay que aprovechar para corregir dicho elemento.

   Ser meticulosos es la clave de todo el proceso, prestar atención a los detalles. Si algo no suena o no termina de encajar, hay que resaltar ese detalle y trabajarlo hasta que termine de cuajar. No resolverlo en ese momento está bien, podemos dejar una marca y seguimos adelante, luego lo retomamos para desenredar el problema. Por eso mencioné lo de hacer subtítulos de "edición", si es papel, pues post-it o un marcador diferente al resto.

   Para evitar el embotamiento ayuda dejar un par de días de descanso entre cada fase o releída. Eso refrescará la mente y nuestra mirada criticona.

   ( 9 ). Otras consideraciones.

   Además de todo lo mencionado, otros detallitos de revisión que podemos usar son: explicar la obra a alguien más con el fin de comprender qué tanto entendemos o justificamos nuestra propia historia. Leer en voz alta, revisar los hechos de la historia de atrás hacia delante.

   Dependiendo del orden personal pueden escoger entre: tener un nuevo archivo con las actualizaciones hechas o corregir sobre el mismo. En ambos casos hacer las correcciones lleva tiempo y requiere de organización. Si anotan primero la edición en papel, pueden ir página por página tachando lo que ya está listo en el manuscrito final. Recomiendo mucho eso de tachar.

   Armarse de paciencia y no correr son la clave de hacer bien las cosas. Vayan a su propio ritmo con disciplina y las cosas saldrán bien. Como motivación, no olviden marcar o señalar los elementos que más les han gustado de su historia. La automotivación y el autorreconocimiento propio serán un buen empujón para seguir hasta el final.

   ( 10 ). Aprender a decir "hasta aquí".

   Y luego de muchos repasos, sigue la maravillosa fase de dejar el texto en paz. Hay que aprender a parar, a no seguir hasta el infinito. Nuestro juicio de valor consiste esta ocasión en decidir que la obra debe dejar de editarse.

   Si ya el argumento es claro, si ya no hay más faltas ortográficas, si todos los hechos y personajes concuerdan, ¿por qué tratar de darle más vueltas de las que necesita? En todo caso, hacer uso de betas readers sería un gran complemento a la labor de corrección antes de autopublicar o hacer una propuesta editorial. O tal vez un último descanso, una última edición y, ahora sí, el punto final definitivo.
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   Entonces, sin más que añadir, ¿qué parte es lo que más les causa problemas al momento de corregir? En mi caso, las subtramas, porque me gusta que tengan cierta repercusión directa en el cuerpo del argumento central, pero sé que no siempre las hilo bien o no mido las cantidades, sea porque me paso o porque me falta integrar mejor.

   No olviden compartir y recomendar. También pueden apoyarme económicamente invitándome a un cafecito.

   Atentamente, una beta de por ahí, ¡chao!

   Posdata: Tengo abiertas comisiones de Ilustración y Servicios de corrección literaria. Será un gusto brindar apoyo a sus proyectos.

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   Fuentes de interés:

   Herramientas para depurar el estilo: el uso correcto de los adjetivos. Vivian Stusser. Web: Valora y Corrige.
   Seis cosas que eliminar al revisar tu borrador. Web: Sinjania.
   15 sencillas correcciones para pulir tu novela hoy. YouTube: Lorena Amkie, consejos para escritores.


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